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Carlos Chacon Zaldivar
Carlos Chacon Zaldivar - viceversa magazine

Poemas juntos a la espera

Fragmentos sin respuesta

“Tenga la fuerza de atravesar su noche y tendrá su luz”

Cintio Vitier

Todos se van
se van muy lejos,
se van mis palabras a la espera
pero tu carta, Cintio, sigue sin respuesta
a veces pregunto qué debo haber escrito
bajo aquella palma de la infancia,
asomado a las aguas de Yemayá,
qué debo haber escrito para que dejaras
esta carta.
Todos se van muy lejos,
la sombra se tragó los manuscritos
los bichos traspasaron mis cuartillas
hay libros que traicionan estas manos
que la muerte se ha disputado tantas veces,
pero tu carta, Cintio, sigue ahí intacta
a pesar de la lluvia los enemigos la mala suerte.

Solo a veces soy yo
quien se pierde por tus trazos
y en el temblor de tu escritura
recobro los poemas que arrebato a la sombra.
Solo a veces soy el lector
y tú, la voz que pide cuentas.

Todos se van lejos, más allá del mar
pero tu carta, Cintio, sigue ahí
en lucha perenne con el tiempo
como quien exige una respuesta,
ahora que el agua cerca mis pasos
cambian los azules del cielo
y me asomo otra vez a tu reino.

 

Sostenida cadencia

La conciencia es un bostezo
que modela en una botella
los cuerpos
ángeles amarillos
sobre una infinita carretera
un recorrido
…….una cadencia
…….…….una estación
un parque
para los que traen las manos vacías.

La conciencia es un bostezo
brevísimo adagio unas manos
entre la prisa y la estocada
hambre que precisa los dominios
en el pentagrama de la isla.

La conciencia es un bostezo
largo cantábile
…….maestoso andantino
que abraza las calles
inunda las azoteas
y despierta los sueños.

La conciencia es un bostezo
que abrocha la espera
un perpetuo bostezo
un bostezo
un…

 

Oráculos del instante

¿Qué noche desgrana mi andar
para el caminante que vuelve?

¿Dime por qué en el temblor de la yagruma
crece mi verso más agreste?

¿Quién dijo que la noche muda
no sabe mi nombre?

¿Di por qué viene la hacendosa luz
a lamer en mi sexo la espera?

¿Dime por qué la ceiba quiere reinar
sobre la soledad de mi aliento?

¿Di por qué la palabra
abrochar pude en el pensamiento
sin matar en mi costado el verso?

¿Dime por qué el ciego remolino
me espanta
si en la cascada más terca
otro verso se sumerge?

¿Di por qué en tu árbol crezco
cual soplo o llama
noche que sobre mí te abalanzas?

 

Un molto vivace me abraza

Mi madre está ahí
pendiente siempre de mi balanza,
y la veo pedalear la mañana
con que nos espanta el hambre
mientras en su risa se dibujan los días.

Mi madre está ahí
solo sé que pronto vendrán las muchachas
a probarse las horas
que solo ella zurce con su máquina,
cuando tocan a la puerta
y hacendosa se pierde
costura adentro tras la lluvia.

Mi madre está ahí
saboreando el ajonjolí que aún riega su infancia
cuando por sus labios azules
brota una melodía de aires gallegos
y se acerca al niño que soy
dormido casi junto a su espera,
y recobra la afinación que el tiempo robó
en el fugaz laberinto del otoño.

Mi madre está ahí
yo soy quien está lejos… muy lejos,
acunando en la palabra
el molto vivache de la Singer
que en ésta mañana…
…….…….…….…….…….me abraza.

 

Cántico aleteando en la espera

Mientras Chartrand muestra un boceto
que no pudo dibujar.

Hay una ciudad que riega la espera
mientras el creyón descubre en el lienzo
el bullicio de las calles, los mercados,
y el andante cantabile de sus niños
se debate entre las vocales
y los números que acosan la memoria.

Hay una ciudad que riega la espera
breve sentencia del mar
que atrapa la voz tras el pentagrama
multitud de azules acordes
canción que acurruca la tarde
la tasa hilando las palabras los versos
en los nocturnos del café
que sorprende las páginas abiertas.

Hay una bahía que riega la espera
lejana aún la crónica sobre una matanza
que recuerda el mar,
el creyón traza otra vez los puentes
los ríos que mira el poeta,
deja a su andar frases
…….…….…….…….murmullos
…….…….…….…….…….…….noticias
que la aurora resguarda,
mientras el último trazo asciende
y en el lienzo queda la ciudad
como un cántico aleteando en la espera.

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