El trabajo de Patricia Viviana Ackerman, fotógrafa y psicoanalista argentina, explora el sujeto humano de una manera particular. Indaga la insondable relación con el cuerpo, con el deseo en un sentido amplio, y también el vínculo con el otro. Su mirada busca, tal vez de una forma profundamente conceptual, el origen, el cuerpo, la casa, el viaje de la vida. Hurga en las calles para retratar a personas sumergidas en su mundo, concentraciones populares o, como ella las describe, «gente en situación». Ha participado en varias convocatorias en su país y en el exterior, con resultados que han enriquecido su mirada. Ha sido la ganadora de la prestigiosa competencia anual Latin American Fotografía, organizada por AI-AP en Nueva York, la cual ha recientemente abierto las convocatorias para su octava competencia, que quedará disponible hasta el 19 de julio.
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
Describe tu proceso de trabajo. ¿Cuánto tiempo te toma llegar al final de un proyecto y cómo sabes cuándo ese proyecto ya está finalizado?
Mis procesos de trabajo han sido en principio muy espontáneos. Salía a la calle, no a buscar sino a encontrar, momentos, rostros, emociones, situaciones inesperadas. Desde hace unos años hago bastante fotografía de teatro, y estoy trabajando con un grupo de performers, a veces siguiéndoles en su trabajo, otras creando escenas para los míos. Al principio la temática de mis fotos era bastante caótica, muchos temas me cautivaban. Ahora ya no son tantos. Pero lo que continúa a fascinarme es el enigma, lo insondable del alma humana.
El tiempo que me toma es variable, ya que muchas veces el proyecto se va armando mientras lo hago. También depende del tiempo del cual dispongo, de mi profesión ya que la fotografía no es mi fuente de ingresos.
Lo que sí continúo a realizar, desde hace más de 10 años, no sé si como proyecto o parte importante de mi vida, es hacer fotos los 24 de marzo, aniversario del golpe de estado de 1976. Ese día dio comienzo a la época más cruenta y oscura de mi patria. Algo que me toca muy hondo.
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
Describe la técnica que utilizas y cómo ha cambiado o se ha transformado en esta era tecnológica.
Empecé a hacer fotografías a mis 20 años, por más o menos 10 años. Luego retomé esa práctica hace más o menos 11 años y fue creciendo de manera geométrica. Empecé con película y la retomé con digital. Ese fue mi cambio tecnológico. Mis tomas son directas, con poco photoshop, que casi no manejo (lamentablemente).
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
¿Cuál sería tu trabajo ideal, el trabajo que siempre soñaste? ¿Has alcanzado ese trabajo? Der ser así, ¿cómo lo lograste? O ¿cuánto o qué te falta? ¿Te sientes apoyada?
Mi ideal sería poderme dedicar a trabajos fotográficos que implicaran investigación, una verdadera inmersión en ellos. Me gustaría desarrollar proyectos con las distintas comunidades que viven en nuestro país, con la religiosidad popular, las historias de vida. También trabajos más conceptuales, que implicaran una inversión de bastante tiempo para pensarlos y armarlos. No he alcanzado esas metas, y no sé si lo lograré. Entre otras cosas porque necesitaría un tiempo del que por ahora no dispongo.
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
Tu país y tu arte. Háblanos un poco de esto. (Apoyo, honor, alcance). ¿Cuál ha sido tu participación?
En mi país he participado en muchas convocatorias, a veces institucionales (comunidades, violencia, discriminación, diversidad), otras de arte fotográfico, con buena repercusión. El medio fotográfico es bastante cerrado. No hay apoyo, todo a pulmón.
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
¿Qué importancia ha tenido para ti participar y ganar en el concurso Latin American Fotografía?
Para mí ha sido, y es, muy importante participar en Latin American Fotografía. Y me siento muy honrada de haber sido seleccionada tantas veces. Es importante la mirada de los otros, de mis hermanos latinos, y conocer otros trabajos. Además es fundamental la difusión que garantiza, y que no es fácil de lograr fuera de mi país.
Patricia Viviana Ackerman, «El agua sueña»
«El agua sueña», fue una de tus series ganadoras en Latin American Fotografía. ¿Cuál fue tu inspiración para la creación de esta serie?
El agua y el lenguaje remiten como ninguna otra cosa a la idea de origen. Sin agua no hay vida, nos dicen los científicos. En el principio fue el verbo, nos dice la tradición. El agua es el fundamento de la vida, el lenguaje es el fundamento de nuestra idea de la vida.
El agua es una fórmula química, pero también una metáfora. El agua, como la poesía, adopta múltiples formas y las rehuye todas, pasa de un estado físico a otro como pasan las palabras, los sonidos y las imágenes a través de nuestros estados de ánimo.
En la literatura podemos encontrar referencias del agua como símbolo de vida (cuando el agua fluye), como muerte (en aguas estancadas), para indicar procesos de purificación, la personificación del alma, a los grandes dioses y también como metáfora que indica el paso de la vida.
“…Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable…”
Jorge Luis Borges
