Desde que llegué a Boston en 2012, he hecho todo lo posible por conocer otros pueblos, y no limitarme a las zonas más turísticas. Los paisajes de New England son tan diferentes a mi Caracas, la arquitectura, las calles, la gente. Para mi, todo parece salido de una serie de televisión. La calidez es casi contagiosa, como si al salir de la ciudad estuvieras entrando en una postal. La brisa es más fresca, la gente es encantadora, y esas casas… espacios que a simple vista parecen iguales, pero cuando te detienes a explorar, todo es muy diferente. Cada vez que estoy en la carretera, todo es nuevo, hasta lo más cotidiano.