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Azucena Mecalco
Azucena Mecalco - ViceVersa Magazine

El mundo de los sueños de Natsume

Kinosuke Natsume o Souseki Natsume, como se le conoce en el mundo literario, fue un escritor japonés reconocido principalmente por sus contribuciones al mundo de la narrativa y la poesía. Nació en el año de 1867 y falleció en 1916, dejando tras de sí una prolífica lista de títulos en los que engloba su romántica perspectiva de la cultura japonesa, acompañada de un toque de sátira, crítica y análisis sociocultural de las costumbres de su pueblo. Su obra más importante fue Kokoro (Corazón), escrita en 1914, dos años antes de su muerte.

La trascendencia de Natsume como escritor y figura pública se puede comparar solamente con el alcance de la obra de James Joyce o Saavedra. Debido a ello, en el año 2006, con motivo del centenario de su muerte, un grupo de directores decidió llevar a la pantalla una de sus obras; quizá no la más notable o popular, pero sí una de las que permitían apreciar las muy diversas formas de pensamiento del escritor y explotarla a través de una perspectiva surrealista y cinematográfica, brindándole a los participantes del proyecto un amplio espectro de posibilidades para crear una película: Yume Juuya o Diez noches de sueños, serie de relatos escritos por Natsume entre julio y agosto de 1908 para el periódico Asahi.

«Konna yume wo mita…» (tuve un sueño como este), es la premisa del escritor, tomada también por los directores de la película para realizar una serie de cortometrajes con muy diversos estilos y diseños de arte sumamente contrastantes. El resultado es una amalgama de visiones oníricas de la ya de por sí ilusoria visión del escritor.

Mientras que en la primera historia se presentan las promesas de amor eterno de un matrimonio japonés que se diluirá en el tiempo hasta que hayan pasado cien años (Daiichiya, Dir. Akio Jissoji), en el segundo sueño aparece un samurái que intenta alcanzar la iluminación sin darse cuenta que él mismo frustra sus intentos por realizar su cometido (Dainiya, Dir. Kon Ichikawa).

«Tuve un sueño como este. Yo iba caminando con un niño de seis años a cuestas. Estaba seguro de que era mi hijo. Pero, por extraño que parezca, no sabía por qué estaba ciego y calvo como un monje. Le pregunté cuándo se había quedado ciego y me contestó que estaba ciego desde hacía mucho tiempo. Tenía voz de niño, pero hablaba como un hombre maduro, sin el menor respeto a su padre…»

Así inicia el tercer sueño (Daisanya), dirigido por el popular director Takashi Shimizu, en donde con su muy enferma y peculiar visión retrata una intrincada relación padre-hijo, con un desenlace que no por ser esperado deja de ser funesto y de impresionar al público. La cuarta noche (Daiyonya), fue dirigida por Atsushi Shimizu, quien se ha caracterizado por su participación en series y películas de terror como Kowai Onna. Por su parte, Keisuke Toyoshima creó la quinta noche (Daigoya), una historia terrorífica en la que el amor y los monstruos son los protagonistas; porque tal como en el libro, en la película y en la vida real, los sueños surgen de la confrontación realidad-ficción, amor-odio, miedo- entereza, etc..

Natsume capturó en esta compilación de relatos una serie de temores y realidades alternas que parecerían posibles sólo dentro de los sueños. De igual forma, los 11 directores que formaron parte de este proyecto lograron crear las más extrañas e incomprensibles atmósferas en los más divergentes escenarios. Todos los cortometrajes cuentan con grandes actuaciones, finales inesperados, actuaciones impecables, misticismo, diseño artístico sobresaliente e incluso algunos toques de humor negro que ayudan a refrescar la atmósfera de aprensión que se crea conforme transcurre la obra.

Para la décima noche (Daijuya), por ejemplo, Yudai Yamaguchi llamó a uno de los actores más populares en aquel momento: Kenichi Matsuyama, un joven de talento excepcional conocido por su participación como «L» en el live action de Death Note o Watanabe, en el fallido intento fílmico de llevar a la pantalla Tokio Blues de Haruki Murakami. Matsuyama encarnó a Shotaro, un joven egocéntrico y hedonista amado por las mujeres y temido por los hombres, que oculta bajo su máscara de belleza a un psicópata dispuesto a terminar con las personas feas del mundo.

Desde luego algunos de los cortometrajes fluyen de forma lenta, y otros más resultan bastante estrambóticos; sin embargo, la película como elemento terminado es interesante en su totalidad y se encarga de trasladarte de un nivel onírico a otro, de una pregunta a otra más dejando claro que la incongruencia es una parte ineludible de ésta; puesto que al igual que su versión literaria, la película es un mecanismo introspectivo con componentes extravagantes, que se presenta de forma un tanto incongruente con la realidad cumpliendo así con su función primigenia: ilustrar los sueños.


Ficha Técnica

Título: Yume juuya

Director: Akio Jissoji, Kon Ichikawa, Takashi Shimizu, Atsushi Shimizu, Keisuke Toyoshima, Suzuki Matsuo, Yoshiyaka Amano, Shimmei Kawahara, Nobuhiro Yamashita, Miwa Nishikawa, Yudai Yamaguchi

  • Reparto: Kenichi Matsuyama, Kyoko Koizumi, Suzuki Matsuo, Tsuyoshi Ujiki, Umemoshi Nakamura, Keisuke Horide, Yu Kashii, Kenji Yamamoto, Maiko Ichikawa, Tozawa, Sacha, Hiroshi Fujioka, Tamaki Ogawa

Año: 2006

País: Japón

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