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paola maita
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Mujeres en construcción

Hay una frase que tiene semanas acechándome en la cabeza: Se hizo mujer. La primera vez que la escuché fue cuando en mi salón le vino la menstruación a la primera chica. Como teníamos 9 años, el asunto era toda una novedad. A medida que nos fue llegando el momento a las demás, lo iba escuchando caer más a menudo de la boca de mi mamá y de otras personas adultas. Todas nos estábamos volviendo mujercitas, según lo que decían ellos.

Años más tarde de que me viniese a mí por primera vez, escuché esto de hacerse mujer de la boca de la mamá de uno de mis compañeros, pero esta vez refiriéndose a sí misma.

-Señora G., ¿Está bien?

-Sí, Paola, no te preocupes. Es solo que me duele el vientre.

-¡Ah! ¿Por qué no se toma algo?

-¡No! Me gusta mi dolor. Es lo que me hace mujer.

Pasado mucho tiempo sin haber pensado en esa frase, volví a encontrármela cayendo de nuevo de la boca de otra mujer. Yo, que aún estaba lejos de cuestionarme estos conceptos, no sabía qué pensar de esta respuesta. Tratando de reconstruir mi percepción del momento mientras escribo estas líneas con todos los años que hay de por medio con ese recuerdo, creo que lo más probable es que pensase que la señora G. era masoquista, y pasase a la siguiente idea.

Aunque en el momento pude sepultar esa frase bajo la arena del río de mis pensamientos, es algo que no he logrado olvidar a pesar de los años y que vuelve a mí cada tanto.

 


 

Este año, comencé con la intención de leer más autoras. Esta idea vino de algunas conversaciones con V. Cuando caí en cuenta que tengo pocos referentes femeninos en la Literatura, tomé la decisión de comenzar a buscarlos para encontrar una forma más cercana de desarrollar mi propia voz. Ya tengo claro cuál es el siguiente paso para ser una mujer que escribe. Esa seguridad se esfumó a los pocos segundos cuando pensé creo que nunca me he planteado cómo hago para hacerme mujer.

La respuesta fácil habría sido usar la frase de la señora G. o de las otras mamás del colegio donde estudié. ¿Solo quería resignarme a definirme como mujer por circunstancias biológicas? ¿Dónde dejaba eso a las mujeres trans? ¿Y si nunca me hubiese bajado la menstruación por cualquier causa? ¿Sería menos mujer?

Todo el asunto me inquietó. No era algo que pudiese resolver con un simple Ok Google y dictar mi pregunta a un motor de búsqueda. Comencé a ver hacia los lados. Quizás alguna de mis amigas podría responderme.

Lancé la pregunta en Instagram y un mensaje de difusión de whatsapp. Supuse que no podía ser tan original. Habría otras que quizás ya se habrían preguntado cómo se hacen o han hecho mujeres.

Con la suerte de poder contar con amigas de todo tipo de trasfondo de vida, pude obtener más respuestas de las que imaginé.

Mis experiencias, lo visceral (que soy), parir, amamantar, ser independiente, tener contacto con el sexo opuesto y descubrir mi femineidad, los roles sociales típicos, otras mujeres de mi entorno, las historias familiares, las costumbres de mi abuela, la risa de mi madre, romper con lo establecido, la cultura que he consumido…

Por el lado más brillante, me emocionó tener mujeres reflexivas e inteligentes dentro de las personas a las que puedo acudir, mujeres que son capaces de definirse a sí mismas más allá de hechos biológicos. Me hizo reafirmar mi idea de que ser mujer no solo se reduce a tener senos, útero y menstruar. Tampoco es algo que se circunscribe al dolor de parir ni del primer día del ciclo menstrual.

Por el lado más oscuro, me molestó ese concepto que tanto tiempo tuve en la cabeza de que me convertí en mujer el día en el que mi cuerpo era capaz biológicamente de tener hijos, como si eso fuese una finalidad única a la que todos los demás aspectos de mi vida estarían siempre a su servicio.

Entiendo que socialmente los latinos, y específicamente los venezolanos, hemos construido la imagen de la mujer ideal alrededor de la maternidad. Sé de dónde vengo, pero me sentí más libre el día en el que descubrí que me podía construir como mujer del mismo modo en el que he ido perfilando mi yo-que-escribe: mirando a mi alrededor.


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