Hoy, intercambiaba mensajes de bijouterie con una persona de las denominadas importantes de mi vida, y me proponía que escribiera algo. Alegando que, como hay personas a las que les gustaría leerme, que escribiera algo, que deje de lado mi ego, y que escribiera algo. «Que interesante esto», pensé. Resulta que ahora tengo que dejar de lado mi ego, siendo que ha sido él quien ha estado al lado mío todo este tiempo de encierro. Con él, es con quien he ahogado mis penas en mates de yerba orgánica de secado barbacoa. Ha sido con él, con quien nos hemos empinado las botellas enteras de agua de kefir hasta fondearla al vacío. Pero resulta que ahora, lo quieren dejar de lado. Si es él quien me ha horneado panes caseros de masa madre, me ha leído novelas, cuentos y poesías; ha sido él quien me ha creado exquisitos platos pura y exclusivamente para mí, y hasta me animo a decir, que ha sido él, mi propio ego, quien me ha regalado mis más placenteras horas de sexo. Pero resulta que ahora, debo dejarlo tirado a un costado.
Fíjate vos que «a la gente le gustaría leerme», pero sin mi ego ¿será que es él quien les marca que también tienen uno? Y tal vez, debe ser mi ego el que les descubre que su ego, es tan horrible como el mío, y hasta quizás, más detestable. Pero resulta que ahora, lo quieren dejar afuera de todo esto ¡¿con que tupé?! ¡Con que tupé quieren alejarme de mi ego! Con todo lo que nos ha dado de comer. Que manga de malagradecidxs.
Deberíamos mandarlos a la mierda, mi ego y yo. A los que nos analizan meticulosamente para remarcarnos mugres que son más de ellos, que nuestras. Les diría que con mi ego no se metan, métanse cada uno con el suyo, que ya bastante deben tener para lidiar ahí. Como si nosotros anduviésemos por ahí remarcando egolatrías ajenas. Les pediría que nos dejen en paz, tanto a mi ego como a mi. Ambos somos la construcción de una sola persona. Entre ambos formamos esto que somos, y si al final del texto siguen leyendo, entonces, es que tan aburridos no somos.
Mi ego, mi ego, mi ego ¿que les habrá hecho el pobre? No vaya a hacer cosa que de tanto mirarlo, se terminen enamorando de él, como me pasó a mi.
Hubo una época, en la que me espantaba tanto lo que veía allá afuera, que empecé a mirarme para adentro. Y ahí lo descubrí, estaba sentado solo, con sus piernas cruzadas y abrazándolas junto a su pecho. Ese día (en que nos conocimos) tenía la mirada medio tristona, y otro dato no menor, es que no hablamos mucho, ni ese día, ni los posteriores. Asimismo, nos entendemos bastante, sabemos cuándo mostrarnos juntos (como ahora) y cuándo bajar nuestro perfil. También entendemos que lo que la gente vea de nosotros no es más que la construcción de lo que ellos quieren ver. Y así para todo, hasta con la realidad misma. Acá cada uno ve lo que quiere ver. Por eso no me preocupo tanto por mi ego, después de todo, él está ahí para ayudarme a ver y analizar la realidad. Pero resulta que ahora, lo quieren dejar afuera de todo esto ¡que bronca me da! Pero no importa querido ego, yo te voy a defender, y te voy a cuidar, después de todo, sos lo único que tengo.
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