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Photo Credits: Séverine Grosjean

Medellín, ciudad creativa de la música

 

Bienvenido a Medellín, ciudad musical

Lanzada en 2004, la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO cuenta con 116 ciudades miembros de 54 países. El propósito de esta red es estimular la cooperación internacional entre y con ciudades que hacen de la creatividad un motor de desarrollo urbano sostenible, inclusión social e influencia cultural. Las ciudades creativas operan en siete áreas creativas: artes populares, artes digitales, diseño, cine, gastronomía, literatura y música.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por la comunidad internacional en septiembre de 2015, enfatiza la importancia de la cultura y la creatividad como palancas clave para el desarrollo urbano sostenible.

 

Séverine Grosjean
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Medellín se unió a esta red en 2015 en el campo de la música. Sin embargo, los líderes políticos, educativos y culturales no esperaron afiliarse para establecer proyectos.

Medellín, ciudad en el noroeste de Colombia, tiene una población de 2,4 millones de habitantes. En el siglo XX, la ciudad, bajo la influencia de la industrialización, creció espectacularmente y, al borde de la ciudad, aparecieron grandes barrios pobres. En los años ochenta, la ciudad estaba bajo la influencia del cartel de la droga dirigido por Pablo Escobar con toda la violencia asociada. Desde el comienzo del siglo XXI, la ciudad se ha vuelto mucho más segura y se han realizado inmensos esfuerzos, a través de la cultura, para promover el progreso social, la educación y la innovación. Durante años, la música ha impulsado la igualdad social y la paz a través del aprendizaje de la música, especialmente en los jóvenes.

 

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Llamada la «capital colombiana del tango» por la presencia del «rey del tango», Carlos Gardel, el tango forma parte del alma de Medellín. Sin embargo, no debemos olvidar la otra música popular, elementos culturales profundos de los habitantes de Medellín. La música tradicional «paisa», el vallenato, la salsa, el rock, el reggaetón tienen un espacio importante como lo demuestran los diversos festivales, entre otros – el Festival de Medellín Vive la Música, el Festival Internacional de Tango Y Altavoz – reconocido por la UNESCO como uno de los más importantes proyectos latinoamericanos para el empoderamiento de los jóvenes.

 

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Por otro lado, hay orquestas sinfónicas y filarmónicas y grupos clásicos de ballet, danza y canto. Entre los famosos grupos de música clásica se encuentra la Orquesta Filarmónica de Medellín. Ha estado contribuyendo desde hace 34 años a un alto nivel de calidad musical y propuestas musicales. Siempre fiel a la tradición clásica, poco a poco la Orquesta se abre a otras experiencias musicales. A pesar de las dificultades financieras, la organización de 34 músicos quiere ser accesible a todos los públicos. Para ello, ha construido proyectos como conciertos – fusión con otros estilos de música o grupos de danza popular. La Orquesta Filarmónica desea estar más conectada con la realidad social de la ciudad, y en ella desafía los paradigmas sociales.

 

La música para el progreso social

Con el fin de garantizar el progreso social, a muy temprana edad, los políticos municipales se han apoyado en un conjunto de políticas sociales llevadas a cabo por la Red de Escuelas de Música. Establecida en 1996, hoy la red cuenta con 27 escuelas de música y más de 5000 estudiantes de 7 a 24 años de edad. Estas escuelas promueven la creación y difusión musical, pero también la educación. A menudo en contacto con jóvenes de barrios y entornos familiares conflictivos, estos espacios contribuyen al desarrollo personal en un entorno social propicio. La música permite a los adolescentes construir su propia identidad. Algunos se convierten en profesores de música o músicos. Se convierten en los «líderes» de sus comunidades. La diversidad en todas sus formas resalta. Las diferentes realidades de la ciudad están presentes, las complejidades sociales están unidas, se reconocen las culturas musicales tradicionales y urbanas. Una red de escuelas de música como la de Medellín refuerza el sentimiento de comunidad, de barrio y de ciudad donde cada uno tiene su lugar.

 

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Medellín ha hecho un esfuerzo importante en la formulación de políticas culturales con amplia participación comunitaria. Pero tomando en cuenta las coyunturas políticas, ¿cuáles serán las repercusiones en la continuidad de los proyectos culturales y el movimiento cultural generacional de Medellín sabiendo que en 2017 el presupuesto para la cultura es de 102 942 millones de pesos con un descenso del 18% en comparación con el de 2015 (126.000 millones de pesos)? ¡Cabe señalar que, durante un período, Medellín logró un presupuesto, por lo tanto, más que el Ministerio de Cultura para todo el país!

Algunas empresas como Incolmotos Yamaha decidieron invertir más en el progreso social a través de la música. En 2005, Incolmotos Yamaha fundó la Fundación Incolmotos con cuatro programas: Becas Tokando, Yamaha Escuelas de Música (Bogotá, Cali y Medellín), música para ver y Vientos del mañana. El programa de la fundación más importante es Becas Tokando, presente en 18 regiones de Colombia, especialmente en las zonas rurales (75%) y con la participación de 17.000 alumnos de 7 a 14 años. La mayoría de los participantes provienen de zonas pobres cuya música no es una prioridad. La introducción del aprendizaje musical influye en el progreso cognitivo y educativo de los estudiantes. La música tiene un impacto significativo en su vida diaria.

 

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El Grupo EPM fundado en 2000 está diseñado para satisfacer las diversas necesidades de la comunidad. Fue en este contexto que se construyó en 2005 un espacio central, La Casa de la Música, en forma de piano en el parque de los Deseos. Este espacio público ofrece una gran variedad de actividades gratuitas. La Casa de la Música es un lugar de encuentro y creación entre los músicos. La música de la casa tiene 6 habitaciones. Sin este lugar, 5000 músicos, 30 bandas que se han beneficiado o benefician, no tendrían espacio para jugar.

 

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¿Y los profesionales en todo esto?

Nacido en 2010, Circulart es el mercado cultural pionero en Colombia, que desde entonces se ha convertido en un epicentro clave para el encuentro entre la oferta y la demanda en el país. Este mercado reúne a miles de artistas y visitantes. Circulart también recibe el apoyo de los sectores público y privado y anualmente recibe a representantes de diversos países y compañías de producción internacionales. Este evento genera millones de dólares. Promueve una cultura emprendedora para que el sector de la música sea sostenible. La globalización de la economía, las comunicaciones y la cultura se orienta hacia la creación de la sociedad de la información y del conocimiento en la que las industrias culturales desempeñan un papel fundamental. Circulart es un paso adelante en la forma de pensar en los intercambios y la gestión en un área donde las necesidades de innovación y distribución han generado nuevos espacios de integración en Sudamérica y en todo el mundo. Si los profesionales de la música entienden la importancia de afirmar sus derechos, ¿cómo pueden ser transformados en realidad para el público cuando los eventos organizados son gratuitos?  ¿Cuáles serán los beneficios de la ley «Naranja» aprobada por el Congreso en mayo de 2017? La contribución de la creatividad al PIB nacional es del 3,3%. Esta ley, promovida por el diputado Iván Duque y Felipe Buitrago, experto internacional en economía creativa, busca desarrollar, capacitar y proteger industrias creativas.

 

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Hay alrededor de 600 grupos, la mayoría en el sector informal, según Lina Botero, Subsecretaria de Arte y Cultura de Medellín, cuyo ejemplo es Jean10 el nuevo elemento. Único cantante de reggaeton en la comunidad13, trabaja de manera artesanal. Su música fluye a través de las redes sociales y de la comunidad. Independiente, dijo que le gustaría que su música se difunda, pero que los esfuerzos de las instituciones no son suficientes para impulsar un cambio hasta el barrio.

 

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