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Mariana Ossa Zapata
Photo by: Surian Soosay ©

Mariana Ossa Zapata: Soñarte otra vez

Mariana Ossa Zapata nació en Pereira, Colombia, en 1992. Ha participado en festivales de poesía y en ferias del libro del país. Internacionalmente fue invitada al festival José María Heredia de Toluca, México 2018, al festival de poesía de Guayaquil, Ileana Espinel Cedeño 2020 y al festival internacional de poesía Perú 2020. Ha realizado talleres de poesía para niños y jóvenes en algunas partes de Colombia. Sus poemas hacen parte de varias antologías, periódicos, revistas y blogs en el país y fuera de él y han sido traducidos al inglés, árabe, vietnamita, búlgaro, portugués e italiano. Trabaja en su primer libro de poemas: La oscuridad tiene rostro.

 

¿Cómo han influenciado los estudios de pedagogía infantil en tu creación poética?

Todo lo que hacemos, sentimos y observamos día a día puede ser material para la escritura, en este caso, tratándose de la infancia en la que, parafraseando a Rilke es “la verdadera patria del hombre” me surgió un poema, a partir de una tarde que me detuve a mirar tres niñas que jugaban a peinar sus cabelleras.

 

¿Este pasado 2020 tu poesía o creación ha podido conocerse más fuera de Colombia?

Por supuesto, fue un año que nos conectó virtualmente a poetas de todo el mundo en publicaciones, traducciones, festivales, entrevistas, diálogos etc. Por lo que mi poesía se conoció en muchas otras partes.

 

¿Crees que todavía es válido hablar de generaciones en la literatura o más bien definir lo poético versus lo no poético y pienso sobre todo en la insistencia dentro del campo literario y fuera de él de diferenciar lo que es poesía de lo que no lo es, sobre todo tras la polémica del último premio de poesía Espasa en el cual un escritor de Instagram fue el premiado?

Pienso que aún se habla de generaciones y que también se hacen diferencias entre lo poético y lo que no lo es. Lo que considero es que anteriormente era un poco más cerrado y difícil acceder al medio, ya que no había el avance tecnológico actual que nos ha permitido conectarnos más y por ende tener mayores oportunidades de ser leídos y conocidos. Es positivo porque nuestras letras viajan por el mundo, pero también negativo porque hay mucho facilismo que deja por lo bajo a la poesía.

 

Sueños y metáfora, sueños y símbolos son vehículos de autoconocimiento, ¿piensas que la imagen onírica alimenta tu quehacer literario?

Sí, tengo un poema, algunos pensamientos y versos que se me han revelado a través del sueño, este es uno de ellos:

 

SOÑARTE OTRA VEZ

He soñado que
me cuentas historias fantásticas
a través
de una pintura

Que me miras en medio
de la multitud
con una ternura parecida
a la de la flor
que alimenta
el colibrí
con deseo prohibido
y vertiginoso

Mientras yo te escucho
atenta y te miro con
un amor limpio y frenético

He soñado que
nos fundimos en un beso
distinto a todos
los besos
probados
en la tierra

Y no espero más
que el instante de
soñarte otra vez.

 

CABELLERAS

Una niña peina a otra
después a otra
y entre ellas
intentan desenredar sus vidas
como un juego

Yo me peino
no dejo que otra lo haga
tampoco peino a nadie
mi vida es un juego de enredos
al que ninguna sabría entrar

He visto cómo se peinan de bonito
y mientras lo hacen
sonrío
con esa sonrisa distante
de las que ve barcos alejarse
hacia otros puertos
a los que no podrá embarcar.

 

DESPERTAR

Es tan duro levantarse y ver la soledad del viento
del sol
de la mirada de mi padre

Es duro mirarse al espejo
saber que pronto no serás más
ese rostro
y que quizás nunca
sabrán observarlo

Es duro salir a ver el mundo
que se ignora y nos ignora
a la anciana que
abandonó su vida
y se fue sin sus zapatos

Es siempre duro, tan duro
cerrar los ojos
y sentir
que nadie
sabrá encender una luz
que alcance para todos.

 

Poemas del libro La oscuridad tiene rostro.


Photo by: Surian Soosay ©

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