Después de verificar que todo lo que me pasó a mí con mi mamá con demencia senil le pasa a todo el mundo con sus madres ancianas, me animé a contarlo en Facebook con enorme éxito entre mis seguidores.
Después mi mamá se volvió cada día más loca, y empezó a hablar y opinar sin filtros, con comentarios tan sorprendentes como las observaciones de los niños pequeños. Entonces empecé a publicar sus ocurrencias. Y mi mamá se llenó de fans. Mientras a mí mi mamá me sacaba canas verdes, la gente se mataba de risa con todo lo que ella decía. Me empezaron a pedir que por favor junte todas sus ocurrencias en un libro, que aquí está. Me costó ponerle fin, porque mi madre me sale con algo nuevo cada vez que le hablo o la veo, pero en algún momento tenía que ponerle fin.
Esta recopilación empezó como catarsis por la desesperación de no poder entenderme lógicamente con mi madre, siguió como escrache público como vendetta por sus desprecios y desplantes… pero terminó como un homenaje tierno al incansable aparato de defensa psíquica a mi madre ya anciana, pero jamás débil. Y creo que me ayudó a reconciliarme con ella y su esencia. Porque aunque está débil y no puede estar sola, no pierde dignidad y autonomía, es fuerte y firme, tesonera y decidida, tan tozuda como tenaz. Y esa obcecación es la que la mantiene viva y dueña de sí misma. Esa terquedad es lo que la salva. Sabe de este libro y me pregunta qué cuento de ella, y hasta se ríe de sus ocurrencias. Finalmente, como ya conté en mi libro “Papá tiene Alzheimer – Memorias del olvido” , lo que nos salva es el humor.
Ante la senilidad, solo cabe verla con ternura, compresión, respirar hondo y reírnos del destino que nos toca a todos los que duramos lo suficiente como para llegar a viejitos en esta vida.
Este libro está escrito contando todas las situaciones y diálogos desopilantes que tuve con mi vieja. Al final, pongo algunos consejos prácticos para enfrentar la vejez de nuestros padres tan divertidamente dementes.
El más importante y difícil es asumir de una vez por todas que mamá o papá dejan de ser mamá y papá para ser nuestros hijitos desvalidos. Cosa que ellos nunca asumen, pero una tiene que ser lo suficientemente adulta para aceptarlo, dejar de pedirles actitudes, reconocimientos, y empezar solamente a darles amor, compañía y atenciones a ellos… los que nos dieron la vida.
Para comprar el libro «Mamma Mia: Memorias del olvido» en formato digital, contactar a su autora, Ana Von Rebeur, al correo [email protected].