Las cartas son señales de separación
Fernando Pessoa en una carta a Ophelia
Ya no envío cartas sino mails y a veces unos pobres “whatsapps” que no tienen respuesta. Lucrecia es esquiva por naturaleza. Ha adoptado los modos del carpincho o del animal sin sosiego.
No contesta mis correos y cuando los responde suelen ser cuchillos en la espalda.
Mis mails no son señales de separación sino barcos que no vuelven a la costa. Y Lucrecia es cruel y rutinaria en sus abandonos.
No sé por qué insisto. Será porque soy torpe y cobarde y ruin. Las pasiones no tienen explicación. Y los mails no pueden nunca ser un lenitivo para las pasiones.
Photo by: r. nial bradshaw ©