En las mañanas abríamos las cortinas de las ventanas. Cuando se hacía de noche y la negrura penetraba en los cristales, los haces de luz de los autos entraban de soslayo en el ambiente. Esas luces esporádicas e indirectas definían el espacio en el departamento de California.
No eran luces propiamente dichas. Eran rayos tenues que modificaban la superficie oscura de las cosas. La suave y populosa penumbra creada por las luces callejeras forma parte de mi experiencia.
Photo by: nik gaffney ©