Hace apenas unos días había recomendado, entusiasmada, la lectura de la primera novela de María Fihman POR INOCENTES Kalathos Ediciones (2017) publicada y presentada en Madrid, la capital de España, cuna de nuestras letras y centro migratorio de venezolanos que por razones socio-políticas, hoy buscan refugio en la casa principal de la Lengua Castellana e Hispanoamericana. Mis recomendaciones iban avaladas porque fui una de las primeras personas que tuvo el privilegio de leerla antes de su publicación y nada más satisfactorio para mí que haberme sentado a disfrutar, sinceramente, de una novela que (sin el indicador del rating o del marketing) contiene los ingredientes que la llevarán a convertirse en un best seller.
Maria Sol, desde hace tiempo, se había estado entrenando detrás de las páginas de Exceso, la magnífica publicación de Ben Ami Fihman que desde su fundación, mantuvo una plantilla de periodistas y escribidores de primera clase y de quienes recibiera, aún sin proponérselo, influencias de los temas más candentes y actualizados durante los removidos años de la controversial revista. Si hablo sobre esto, no es para restarle méritos a la nueva integrante del grupo de la llamada “novela negra, policial o de suspenso” sino para reafirmar que María Sol ya nos había demostrado su inclinación por las letras en el difícil oficio de escribir libros de interés político e historiográficos. Allí están dos obras de su autoría como investigadora en el área de la sociología y de la política: “Petróleo, Cultura y Poder en Venezuela” y “El excremento del diablo”. Además, nos ofreció una revisión avanzada de “La democracia venezolana y sus protagonistas: Betancourt, Caldera y Pérez”.
La novela Por Inocentes ya viene, de por sí, con un título ambivalente que la acerca, por un lado, al inmerecido castigo contra toda una nación que pierde el control democrático sobre sus instituciones a cambio de viejas fantasías ideológicas e inmadurez política y; por la otra, a lo incierto del entramado policial desde la atemporalidad de sucesos convertidos en anécdotas para explicarnos, de este modo, la aterradora realidad global a la que nos expone esta venezolana radicada en el exterior. Llevados de la mano por el Comisario Fontela, el agente secreto encargado de la investigación del asesinato de una mujer en Dubai, partimos desde el primer capítulo en la búsqueda del autor del crimen para descubrir, en el camino, otros meandros y vericuetos de organizaciones criminales haciendo de las suyas en medio de una situación política efervescente como la que padece Venezuela.
Desde el inicio de esta novela, quedamos atrapados en una serie de interrogantes conectadas a los hechos más notorios como pistas, traslados de un país a otro, señales de que estaremos cada vez más cerca del desenlace y esclarecimiento del crimen al final de cada capítulo. Así, nos encontramos con una pareja de jóvenes enamorados: Ana Cuoto y Matías Velázquez que optaron por huir de la tragedia revolucionaria en Venezuela, su país de origen y buscar asilo en otras tierras. De manera fortuita la joven pareja se verá involucrada “por inocentes”, en peligrosas situaciones desplegadas por la trama y el suspenso formando parte de la estrategia del Comisario Fontela para investigar el crimen y atrapar al culpable.
La novela “Por Inocentes” es una obra fácil de leer y entretenida. Ambientada en escenarios de marcado acento cosmopolita donde toda la trama se va urdiendo de manera sincronizada y fluida, nos mantiene amarrados a su lectura. El suspenso, factor esencial en el desarrollo de toda novela policial, exige la atención del lector sin darle treguas en cada capítulo. María Fihman nos plantea una narrativa actualizada y cocinada en los rigurosos hornos del manejo de personajes sin descuidar sus pasos ni un instante. Es la única forma que tiene la autora para que sus personajes favoritos no se pierdan en la maraña de sucesos ocurridos en varios escenarios geográficos y la intervención de otras figuras secundarias, tan interesantes como ellos, no los opaquen. Ana y Matías cumplen su performance en lugares europeos y terminan salvándose por inocentes mientras duran las investigaciones y los viajes. En ese periplo se revelan todos los vericuetos, secretos de los agentes de inteligencia al servicio de instituciones u organizaciones donde el poder y el dinero, provenientes del affaire político y el tráfico de drogas se esconden y se lavan detrás del nombre de firmas opulentas colocando sus stocks en las carteleras de flujo y reflujo de las volátiles transacciones internacionales.
Por Inocentes nos atrae por sus páginas bien dosificadas y condimentadas con algo de terrorismo, misterio, lavado de dinero, tráfico de drogas, gobiernos autoritarios y peligrosos para la economía debido al auge de empresas inescrupulosas abriéndose paso en la escena social y política de una Venezuela trágica y violenta. Toda esta descomposición que acompaña y hermana al crimen organizado con gobiernos dentro y fuera de los límites geográficos del país, es factor determinante en la construcción del agitado ambiente de la novela y su proyección en el ámbito internacional. Es en esos escenarios foráneos donde se irá desmadejando la trama policial del Comisario Fontela en su objetivo por atrapar al escurridizo criminal. El lector termina agarrado por inocente, en un inesperado consorcio de encuentros y desencuentros, negociaciones por debajo de la mesa entre investigadores y “edecanes” del orden público, hallazgos y pérdidas de toda índole, delincuentes protegidos por los ocultos manejos de la corrupción y el tráfico de drogas. La trama del libro, tejida de manera inteligente por su autora, nos va descubriendo lo que encubren las inescrupulosas acciones de seres que apuestan a la destrucción del status quo de países como el nuestro.