Cada vez hay menos gordos en el planeta, bueno y en este país (Venezuela) más, o más bien menos… somos como una especie en extinción. No dudo que dentro de poco vendan abrigos de piel de gordo y cuesten mucho dinero; si amigo lector, seguramente el “Animal Print” será anticuado y se pondrá de moda el “Estrías Print”.
Pero, ¿por qué cada vez hay menos gordos? Bueno, porque hay gente que nos odia. Gente como los entrenadores y preparadores físicos (tipo Richard Linares y Sasha Fitness), que se han empeñado en borrarnos del planeta. También por personas que apoyan la cultura de las dietas y hasta países cuyos gobernantes dicen que “estamos comiendo mucho” y por eso han tomado medidas para reducir la cantidad de alimentos, aunque creo que esta vez se les pasó la mano).
Estas personas han creado un plan mediático para hacerle creer a la gente que los gordos somos enfermos, feos y antipáticos; ellos han alimentado el odio hacia nosotros. Pero la verdad es que los gordos somos cuchis, y ustedes me van a perdonar, pero yo tan feo no soy; además, como dijo Juan Barreto: “yo soy un gordo sano”.
Lo cierto es que esta gente nos odia porque los gordos somos muy nosotros, eso sin contar que tenemos estilo. No cualquiera tiene el “estilacho” de los gordos… la vaina es que gracias a ese estilacho, todo el mundo cree que los gordos somos gays y no es así… Aclaro: no tengo nada en contra de los gay, o lo gordos, y contra los gordos gays mucho menos.
Pero la culpa de ese estilo obedece a que vivimos en un mundo donde todo se hizo demasiado pequeño para nuestra gran humanidad, y por eso tenemos que movernos con sigilo y delicadeza, para no partir nada, ni tropezar a nadie.
De hecho cosas banales como amarrarse las trenzas o transitar por el pasillo del vagón del metro o de un autobús, que para un flaco son normales y aburridas, para nosotros los gordos son toda una proeza. ¿Se imaginan que entráramos a nuestras anchas (y bien anchas) a estos lugares atropellando a todos? Sería terrible.
Pero en fin, no es que los gordos seamos maricos (no todos), es un problema de memoria muscular; si, el musculo más grande de nuestro cuerpo, que no es el cerebro sino la barriga, sabe que hay cosas que por más que uno quiera, no va a poder hacer con naturalidad, así que usa la elegancia como mecanismo de adaptación (Así lo dijo Darwin en El origen de las especies).
Pero hay otro mal que aqueja a los gordos a lo largo de su vida: las dietas. Termínenlo de entender ¡SI NO COMEMOS NOS PONEMOS DE MAL HUMOR!
Pana, los gordos seremos siempre gordos porque estamos poseídos por un espíritu libre, que se encuentra dentro de nuestro cuerpo y quiere crecer y crecer. ¿Saben ustedes por qué los gordos siempre tenemos el pantalón roto por la parte de abajo? Para que nuestro espíritu tenga un huequito por donde respirar.
Bueno amigo, ya lo sabe: cuando vea a un gordo no lo trate con desprecio, porque tal vez seamos la salvación de la humanidad. ¿Acaso se ha puesto a pensar cuantas familias se pueden alimentar con un gordo?
Photo Credits: Danyul B