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Paola Maita
Photo Credits: Jason Trbovich ©

Las marcas del cuerpo

Nuestros cuerpos son más que la maquinaria donde habitan nuestros pensamientos, emociones y sentimientos. Constituyen un archivo casi hemerográfico de nuestras vivencias y herencias.

Los acontecimientos de las últimas semanas de varios países me han hecho pensar en esto. La represión en Nicaragua (que obviamente me recuerda los acontecimientos en Venezuela que apenas fueron el año pasado), las voces de los niños separados de sus padres en la frontera entre EE.UU y México, la media sanción para despenalizar el aborto en Argentina, las noticias terroríficas de mi país que ya se han vuelto cotidianas… El cuerpo de los latinos está siendo marcado por la política.

Algunas cosas son para bien, como que las mujeres argentinas puedan tener la libertad de escoger sobre sus cuerpos y la posibilidad de traer una nueva vida, pero al resto aún no le he encontrado el lado amable.

Yo pensaba que en mi cuerpo no había huellas del socialismo del siglo XXI que me tocó vivir, porque me fui a lo obvio, que no tengo cicatrices de la represión, pero haciendo un poco de introspección me he dado cuenta que sí las hay aunque sean de otro tipo, como en el oído. Por ejemplo, no importa cuánto intente convencerme que en España el concepto de motorizado no es el mismo que en Venezuela, igual me sobresalto cuando escucho el sonido de una moto cerca; y los petardos que suenan por las calles por la fiesta patronal que celebrarán en unos días, me suenan a disparos…

No imagino cómo quedarán los cuerpos de quien aborta porque por legal que sea, igual es un proceso doloroso, bien diferente del que intentan mostrar ciertas personas y organizaciones según las cuales hay quien lo hace “por diversión”. Y tampoco cuáles marcas quedarán en el cuerpo de los niños separados de sus padres quienes quizás comiencen a padecer algunos síntomas autolesivos por ansiedad de separación. Pienso en los que son reprimidos por los gobiernos, ellos pueden llegar a tener marcas y lesiones de por vida…

Podría parecer una tontería pensar en que la política nos marca el cuerpo, pero la verdad es que no siempre las heridas se notan de inmediato.Sé que no todos los cambios vienen para mal y que de hecho la evolución se basa en respuestas a los cambios ambientales para poder sobrevivir, así que espero que, si algo bueno tienen que dejar todas estas situaciones, que sea una evolución que nos permita ser unos sobrevivientes más fuertes.


Photo Credits: Jason Trbovich ©

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