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La República del Este, aproximaciones y periferias (VIII)

La República del Este, aproximaciones y periferias (VII)


Cambiar la vida, transformar la sociedad

Los situacionistas, encabezados por Guy Debord, creían que la revolución iba a tener lugar en la vida cotidiana, inspirados en su predecesor Henri Lefebvre. Este último respondió al modelo de planificación urbana funcionalista de Le Corbusier o Robert Moses, recordando que la ciudad debía adaptarse al humano y sus necesidades antropológicas: “apetito de juego, de exploración, de encuentro, de fiesta y de aventura”, como señala Stéphane Lemoine, y a lo cual llamó El derecho a la ciudad. El planteamiento era vivir la ciudad como una obra de arte. “Se trataba de cambiar la vida cambiando la ciudad, reapropiándosela a través del gesto artístico y la creatividad”. Nada distinto se proponían los miembros del Techo de la Ballena cuando decían, inspirados por Rimbaud: “cambiar la vida, trasformar la sociedad”. Ese mismo espíritu y convicción ballenera se mantiene en las publicaciones de la República del Este. Esta preocupación se expresa desde el 1er número de la revista, en artículos como “Cómo se hace y destruye una ciudad”, de Luis Buitrago Segura; “Caracas: ¿caos urbano o crisis social?”, de Marco Negrón; o las breves notas “La ciudad escapa” de J.P Posani y “Venecia de Caracas o Venezuela” de Ramiro Nava. Entre otros.

 

 

También es significativa, en este aspecto, la preocupación de González León en relación al advenimiento y auge de la televisión, compartida, por ejemplo, con Pierre Bordieu. Así lo expresó el venezolano, con la beligerancia propia del gentilicio, en una conferencia paradójicamente televisada junto a Jorge Luis Borges, Juan José Arreola, Salvador Elizondo y Germán Bleiberg. De hecho, quizás sea pertinente considerar su programa Contratema en TVN (Televisora Nacional. Canal 5) como parte de la labor republicana y de su obra personal. Un paso más en la experimentación formal.

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