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mario blanco
Photo Credits: Don O'Brien ©

La primera y fecunda empresa de Norteamérica, la HBC

Todos los que hemos creado una empresa conocemos las vicisitudes de los comienzos y la dificultad del desarrollo para hacerla florecer, que unas veces se logra y otras no. Según las estadísticas se pudiera decir queen Canadá, del total de nuevas empresas creadas en un año, solo el 50% llega al final del año y luego, en los cinco años siguientes, sobrevive únicamente la mitad de ellas, o sea el 25% de las que comenzaron. Por otra parte, escuchamos hablar de las grandes empresas del petróleo, las transnacionales, empresas como Wall Mart, y esos colosos nos dejan boquiabiertos. Pero quizás no nos preguntamos, ¿cómo se llegó a eso?, tal vez siendo más específicos, ¿cuáles fueron los orígenes empresariales en Norteamérica? ¿Qué fue lo que permitió que se desarrollaran estos monstruos comerciales? Tendremos entonces que remitirnos a la “neanderthal” del comercio empresarial norteamericano, la Hudson Bay Company, HBC, creada el 2 de mayo  de 1670, por un decreto del rey inglés Charles II, el cual nombró a su primo, el príncipe Ruperto del Rin, como gobernador. A su vez el área donde se perpetuó la compañía, tomó el nombre de Tierras de Ruperto, y un río que desemboca en la famosa Bahía Hudson, Quebec, Canadá, que parece un mar, también lleva su nombre.

Primero debemos decir que la Bahía de Hudson lleva el nombre de su descubridor, el navegante inglés Henry Hudson, que en su buque Discovery en 1610, la encontró mientras buscaba el paso del noroeste, entre el Atlántico y el Pacífico. Hudson, perdió la vida en esta expedición. Él quería continuar la exploración de la zona, pero a causa de la falta de alimentos, el resto de la tripulación que deseaba regresar a Inglaterra, organizó un motín. Hudson junto con su hijo y otros siete compañeros expedicionarios fueron dejados en las costas de la bahía que lleva su nombre, y nunca más se supo de su existencia.

El príncipe Ruperto del Rin nació en la bella Praga y desciende por sangre azul de su madre Elizabeth Estuardo, reina de Bohemia. Ruperto llegó a ser almirante. Le gustaban las aventuras y las patrocinaba. En 1665 dio crédito a la propuesta de dos franceses llegados de Canadá, de apellidos Radisson y Grosellier, quienes le hablaron de una enorme oportunidad de negocios al norte de Montreal, en la Bahía de Hudson, concerniente la compra y venta de finas pieles. El producto era traído por los tramperos europeos y los nativos de las Primeras Naciones. Ruperto financió la expedición de dos barcos. Si bien llegara solo uno fue suficiente para que se crease más adelante, en 1670, la primera compañía en Norteamérica, la Hudson Bay Company. Las tierras que abarcaba la compañía, unos 3 900 000 km cuadrados, más de la tercera parte de Canadá, comprendían todo el sur de los grandes lagos y se extendían hasta el centro-norte de los Estados Unidos.

La HBC desarrolló su actividad con empuje desde el principio, y sus precios eran estables gracias a la adopción de la ley  “standard   of   trade”. Más adelante surgió el concepto comercial de intercambio llamado “Made Beaver”, MB, literalmente “hecho castor”, y los precios de todos los bienes comerciales se regían por ese concepto. Por ejemplo, dos pieles de nutria podían valer un MB, y así de forma similar se valoraban las pieles de ardillas, castores, alces etc. Resulta importante también señalar las constantes pugnas entre ingleses y franceses por el control comercial canadiense, siendo la HBC el “manjar”, el centro de las disputas entre ambos gobiernos a finales del siglo XVII y principios del XVIII. Surgió lo que llamaron Guerra del rey William, un conflicto que terminó en 1713 con el tratado de Utrecht, durante el cual se decidió considerar la bahía de Hudson como propiedad británica. En 1707 Escocia e Inglaterra se habían unido conformando el reino de la Gran Bretaña. En 1779 se crea en Montreal la NWC , North West Company, como una sociedad anónima, filial que a lo largo traería grandes beneficios a la HBC, fusionándose ambas mas tarde en 1821.

Para mediados de siglo la compañía se había extendido a toda Canadá,  de Este a Oeste, con mas de 1500 empleados con los que para esa fecha compartía ya sus ganancias. La lucha por establecerse con otras compañías estadounidenses en su propio territorio fue ardua y tenaz, máxime, si consideramos que para esa época, las fronteras de los dos países estaban vagamente definidas. En el transcurso de esta etapa la HBC emitió también su propio papel moneda que fue impreso en Londres con valor en libras esterlinas.

Hoy es posible ver una serie fílmica canadiense – americana muy interesante sobre aquella época, llamada Frontera, creada y dirigida por Brad Peyton, Rob Blackie, and Peter Blackie. Es una crónica que refleja con crudeza la interacción entre indios, ingleses y franceses, sobre el dominio del comercio en aquellas tierras.

Durante el invierno, los nativos se ocupaban de la captura de los animales cuyas pieles entregaban a la compañía en primavera. En cambio, mediante trueque, recibían artículos manufacturados en Europa, como fusiles, alcohol, cuchillos, etc. En verano, llegaban los barcos a la Bahía, a buscar las pieles que llevaban a Europa. En 1870, cuando se abolió el monopolio de HBC en la comercialización de pieles, la compañía cedió a Canadá la llamada tierra de Rupert.

La HBC continuó su desarrollo durante el siglo XX   ya dentro de la jurisdicción del gobierno canadiense, y hoy en día sigue siendo una de las compañías más prósperas de Norteamérica.

En 1987, los puestos comerciales septentrionales de la Compañía de la Bahía de Hudson, se vendieron a un consorcio de empleados que revivieron el nombre de The North West Company en 1990.

En el año 2006, tras una oferta agresiva en bolsa -de 1,5 millardos de dólares canadienses-, el hombre de negocios estadounidenses de origen judío, Jerry Zucker, logró hacerse del control de la firma, La Baie d’Hudson, que hasta entonces había permanecido en manos netamente canadienses. Zucker murió dos años después, el 12 de abril del 2008, víctima de un cáncer, a los 58 años. En Julio del 2008 la Compaña fue vendida a un nuevo propietario norteamericano, NRDC Equity Partners.

En Julio del 2013, La Baie d’Hudson, nombre en francés, cuya sede actualmente está en Toronto, anunció que adquiriría la firma estadounidense, Saks (SKS). La operación sería por un valor de 2,9 millardos de dólares. La antigua HBC es propietaria de los almacenes La Baie, Déco découverte, Designer Depoty Fields en Canadá, así como de Lord & Taylor en los Estados Unidos. Se estima que con la adquisición de Saks, La Baie reuniría unas 320 tiendas-179 grandes tiendas, 72 tiendas de ventas de saldos y 69 tiendas de decoración, entre Canadá y los Estados Unidos, así como tres sitios internet de ventas en línea.

Todavía hoy en Montreal y sus alrededores, existen nueve puntos de venta de la HBC.

En conclusión, la famosa Hudson Bay Company fue la pionera de este enorme comercio del que hoy disfrutamos en Norteamérica. Las experiencias en el desarrollo de aquella primera compañía sentaron las bases de empresas como, por ejemplo, Wall Mart. Es importante ver como el hombre en la esfera del comercio, pasó de la adquisición de pieles a los hoy extraordinarios equipos audiovisuales.


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