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María Dolores Ara Diaz

Canciones desesperadas

La patria devuelta

Regresas del silencio ofendido
por tantas voces mustias.
Tú regresas a nosotros,
a estas piedras
que han paseado por años
una borrachera ciega de fuegos.

No nos reconoces,
ni te reconocemos.
Aprendemos a tocarnos muy despacio,
mientras,
pedimos perdón por las mutilaciones corrosivas
que impiden esta nueva comunión
de caída y mesa limpia.

Hoy miras nuestras caras,
sucias y arrepentidas.
Tanto tricolor para mortaja nos ha dejado la boca cenicienta.

Perdón por no ser mejores que nuestras minúsculas intenciones.
Perdón por no saber crecer a tiempo,
y dejarte partir una tarde cualquiera sin una gota de llanto en las esquinas

Verte llegar de nuevo , nos asombra.
Estamos acostumbrados a que nada nos duela,
a que la risa fusile cualquier atrocidad,
a que no nos importe lo importante,
y acabemos desechados en la fosa común de los adornos.

Patria grande y vacía,
usada y mal usada por todos para todo.
Te divisamos hoy, lejanos, pero menos.
Con escaso propósito de enmienda
y el mordisco del miedo prendido al corazón.

No sabemos todavía si habrá algo de amor en los portales huecos.
Si traerás de vuelta  los sueños fugitivos que hoy hablan otro idioma.
Si podremos controlar el exceso de velocidad
que nos estrella siempre en la misma página
del mismo capítulo
del libro
de los mil y un errores perpetuos.

No tenemos ninguna promesa dentro del horno.
Nosotros solos seremos suficiente pan para tu hambre.
Hambre de ser en nosotros y de ser nosotros una flor en ti.

Salimos a esperarte, desesperados.
Porque tú nos esperas, desesperada.
De adentro para afuera y viceversa,
Clavados en  tu ausencia
Montados sobre ti
Necesitamos nadar hasta tu puerto.
Acógenos allí.

 

Agenda

Quien morirá hoy
convertido en nube
cuando el disparo lo trastorne?

Quien rendirá su aire
en el agujero devorador de la negrura?

Quién será asesinado
esta tarde
a la vista de un sol insoportable?

Quiénes moriremos con los muertos?

Quiénes partiremos con ellos
a navegar un cielo más honrado
que no este firmamento
borracho de cadáveres?

Quiénes abrazaremos la tierra desangrada
O morderemos los ojos de los ciegos?
Quiénes velaremos las noches de la culpa y asustaremos al espejo fantasma?

Cómo se llama este día consagrado al infierno?
Quién entrará en la senda del último fragor?

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