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alan riquelme
Photo by: Janet Ramsden ©

La gran selección argentina, ante un torneo latinoamericano

La selección argentina cuenta con un prometedor equipo que desea fervientemente consolidarse entre los mejores del mundo. Estamos ante una gran oportunidad de mostrar al continente, y al planeta en general, el potencial literario con que contamos en estas tierras de lecturas y escrituras de gran nivel.

La selección nacional formará de la siguiente manera:

En el arco tenemos al altísimo de manos gigantes Julio Cortázar, haciendo apología a su “Casa tomada”, y tomando el arco como uno de “Los premios” merecidos por sus buenas actuaciones.

Cuatro defensores: Osvaldo Soriano de lateral derecho, Rodolfo Walsh, Haroldo Conti en la saga central, y por la izquierda el otro Osvaldo, Bayer.

Tres mediocampistas: Adolfo Bioy Casares por la derecha, Enrique Medina de volante central y Oliverio Girondo por el andarivel izquierdo.

En la creación Jorge Luis Borges y dos delanteros; Manuel Mujica Laínez y el joven infalible Cesar Aira.

El Director Técnico es el dramaturgo Roberto Arlt, y sus “siete locos” ayudantes, quienes apuestan a un juego directo. Con una defensa sólida de la mano del capitán creador de “Operación Masacre”: Rodolfo Walsh, y con Haroldo Conti como segundo defensor central, quien tiene una marca fuerte y calidad y buena mano para salir escribiendo cada vez que la jugada lo amerita. De laterales, los tocayos Osvaldos, firmes para marcar y con mucha proyección a la zona de ataque. El “triste, solitario y final” Soriano por la derecha y Bayer por la izquierda que viene de una excelente temporada en la «Patagonia rebelde».

En el centro del campo de juego contamos con la solidez del creador de “Las Tumbas”: Enrique Medina, surgido de las zonas más controversiales de la sociedad como potreros, orfanatos y loqueros, quien le da al resto de los mediocampistas la posibilidad de crear juego sin temor a equivocarse, ya que siempre habrá un Medina que los salve de sus errores. De volante por la izquierda estará el “espantapájaros” Oliverio Girondo, y Bioy Casares por el costado derecho, quien tiene la libertad para jugar de mitad cancha en adelante, aliarse con Borges en un “séptimo círculo” e intentar abastecer de pases filtrados al “escarabajo” Mujica Laínez y al joven y prometedor Cesar Aira; quien es el único jugador con chances de obtener el máximo galardón individual a nivel mundial y que siempre le ha sido esquivo al país.

El banco de suplentes lo conforman: Manuel Puig, Leopoldo Lugones, Héctor Tizón, Juan Gelman, y los trovadores Atahualpa Yupanqui y Facundo Cabral. El arquero suplente es el controversial Mempo Giardinelli, de un excelente momento en su “Revolución en bicicleta”.

El ayudante de campo del director técnico es Ernesto Sábato, quien se lo verá en “el túnel” cada vez que el equipo salga a la cancha, y el preparador físico, el experimentado Roberto “el negro” Fontanarrosa. Lo admirable de este equipo es que la gran mayoría se conoce desde los seleccionados juveniles formados técnicamente por la dupla Ricardo Mariño y Luis María Pescetti.

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La temporada latinoamericana de lectura y escritura nos cruzará en la primera fecha con el juego fantástico y creativo de una Colombia en alza con Gabriel García Márquez como su máximo referente, quien enumera “100 años de soledad” en la primera posición de la tabla de posiciones, básicamente, desde que existía “el amor en tiempos del cólera”.

La segunda fecha será contra la vanguardia poética chilena que tiene a Pablo Neruda como capitán, quien se apoya en sus compadres Nicanor Parra y Vicente Huidobro, dirigidos técnicamente por “el viejo que leía novelas de amor”, Luis Sepúlveda.

Perú en la tercera fecha vendrá envalentonado por el buen momento del diestro Mario Vargas Llosa tras su paso por “la fiesta del chivo” y acompañado por Cesar Vallejo y su racha goleadora.

En la cuarta fecha debemos vernos la cara con el Uruguay de uno de los mejores jugadores del mundo, Mario Benedetti, quien leyó en «la borra del café» que tendrán una excelente temporada. A Benedetti  lo segundea otro impecable como Eduardo Galeano tras haber investigado y creado sus “Venas abiertas de América latina”.

En la quinta jornada, el clásico frente al siempre poderoso Brasil de José Mauro de Vasconcelos, quien viene de crear “Mi planta de naranja lima”, una de las mejores jugadas juveniles, y quien tiene en el arco al invencible Jorge Amado, nacido y formado en su Salvador de Bahía donde ha forjado una inmejorable carrera junto a “los capitanes de la arena”.

Luego vendrán dos equipos centroamericanos seguidos, la Cuba dirigida por el gran técnico José Lezama Lima, quien cuenta con el volante creativo revolucionario José Martí, y el centrodelantero Alejo Carpentier, quien con “Los pasos perdidos” se encuentra cada día más con el gol. Luego, en el séptimo partido, enfrentaremos a la poderosa México que siempre complica a nuestra querida selección, y quien tiene entre sus líneas a Juan Rulfo de pocos, pero muy buenos partidos, a Carlos Fuentes quien viene de consagrarse en el boom latinoamericano, a Octavio Paz quien ya cuenta con el premio al mejor de la temporada, y a la joven promesa de la dramaturgia, el último sorjuanista; Guillermo Schmidhuber de la Mora.

¡Vamos Argentina! Serán semanas de mucha lectura, viendo por donde podremos entrarle a cada equipo para poder torcer la historia literaria a favor de un país que siempre mereció más de lo que ha obtenido, y que nunca se dio por vencido. Ni siquiera, en la peor de las inquisiciones.


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