La fotografía análoga es hacer la luz entre las penumbras. Génesis. El proyecto de Ramona es la reacción, la creación desde nada. Logos.
Al principio era la acción: Hankan
Ora, color: reacción.
En este trabajo se aniquila, se abandona lo inútil y se eleva la idea, se ve lo esencial, el espíritu adulterado y cambiado de la autora, el ánimo de lo visible, el conflicto potenciado, la luz sublevada y la transgresión de la fotografía.
Sin rescatar lo primeramente buscado del Butoh en Hankan, lo que ahora es evidente, con la influencia de la danza y el teatro: lo escénico, es la alerta de la idea, su transfiguración y su evolución en contrastes y negativos, ampliación de la percepción; la luz.
Ramona desaprendió a contar hasta el dos; sí-no, blanco-negro, luz-obscuridad; aprendió que el día de una vida es más parecido a una escala de grises, a un espectro ampliado. Y a cada gris, suave, duro, terso, profundo y abrasador, lo convirtió en un color, en croma, le puso tonos, saturación o suavidad.
La noche le es afín, la caricia de luz; y en la falta total de ella, en el falso y profundo negro, en este tono, empezó a vislumbrar la luz inexistente y creada en mente y comenzó a reconocerla donde apenas era poco vista.
Blanco a negro. Mata la ilustración y la representación realista de la fotografía; intervención de los negativos. La base es lo repugnante, mas se embellecen las fotos al estar compuestas; toma portanegativos, películas, acomoda, prueba; scratch, pintura, quemas, unes, deconstruyes.
Se hace la luz.
La fotografía realizada es única, ella no volverá a componer igual esas imágenes, más efímeras que el clic de la cámara.
Continua la experimentación y se olvida el tema, la representación, el proyecto planteado y germina con color; se retrata lo esencial que había habido en Hankan, y trabaja con texturas, uniones, tonos, luces, quemaduras.
Había que cambiar. Fotografía. Archivo personal. Archivo Familiar.
No, siguiente. Archivo de Hankan.
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Texto por Alexander Dluzalt