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Kafka, Kardashian

Dallas o Miami o Puerto Rico. Francisca desayuna con sus padres cualquier plato que le recuerde al país que dejó antes de la adolescencia. En un español machucado, le responde con monosílabos y lugares comunes las preguntas que le hacen sus padres; está más interesada en las noticias que le ofrece Twitter desde la pantalla de su iPhone. Su hermana menor, Otilia, anda en las mismas, riéndose asimismo de los memes que le envían sus compañeros de clases. Así, transcurre la rutina mañanera de la familia K. con plena normalidad. Hasta que repentinamente, como si hubiese descubierto que se ha transformado en un insecto, Francisca suelta un chillido y atrae toda la atención de la casa hacia su celular.

Oh my god, ¿vieron lo que dijo Kris Jenner sobre Caitlyn? –exclama, batiendo sus brazos como si estuviese apunto de volar.

What did she say? –pregunta Otilia, visiblemente interesada en el asunto.

Francisca procede a explicar que la mamá de una mujer exageradamente famosa, plástica tanto en apariencia física como psicológica, presente en todos los comerciales y en todas las revistas, afirmó que, considerando que su exesposo, medallista olímpico ignorado hasta volverse mujer, ha sido alabado en los noticieros por estar en “top shape,” quiere volver al gimnasio para no plantarse en la intemperie. Evidentemente, la reacción de las niñas se queda corta por lo que amerita la reseña.

–¿Por qué es que todo el mundo habla de esa niña? –pregunta con cierto desgano Germán, el padre, señalando una fotografía de la mujer exageradamente famosa, entre las decenas de imágenes que componen la mayor parte de la noticia.

–Papá, it’s obvious –dice Otilia antes de voltear los ojos, intercambiar miradas con su hermana mayor y explotar en carcajadas ante lo preguntado.

–Oye, ¿y vieron cómo le ha ido a Donald Trump en las encuestas? –interrumpe la Sra. K., con aras de iniciar una conversa más incluyente.

–Ah, sí, qué tipo tan loco –responde Francisca, aburrida; se para de la mesa, recoge sus útiles escolares y sale de la casa para montarse en el bus de las ocho.

Otilia ni siquiera responde. Todavía sumida en la adrenalina de la noticia, reenvía las palabras de Kris Jenner a todos sus grupos de WhatsApp y refresca su bandeja de Facebook constantemente esperando comentarios sobre las mismas.


Photo Credits: Phil Warren

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