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Photo by: Nicholas Beaton ©

Josefina

Josefina trabaja en un bar de striptease en la calle 47, casi al lado de la octava avenida. Nació en Paraguay y vivió en Italia por un corto periodo de tiempo pero casi no habla español. La conocí una noche de finales de verano. Me contó que sentía debilidad por los hombres egipcios. Su última pareja, un stripper árabe, terminó la relación porque no confiaba en ella. Antes de él hubo varias mujeres en su vida.

– Es raro cuando me encuentro con una ex en el antro donde trabajo- me dijo, clavando los ojos en el suelo. Josefina sirve copas en una barra o da la bienvenida a los clientes mientras hombres medio desnudos bailan a mujeres sentadas en sillas.

Me contó que en sus noches libres le gustaba volver allí, al sótano, y ver a los chicos actuar y abrazarlos. – Somos una pequeña familia- me confesó riéndose. – Deberías de ir a conocerlos con un fajo de billetes de a dólar y si encuentras a uno que te guste, le das veinte pavos y te hará un especial-. Josefina lleva un vestido negro esta noche, su cabello es largo y liso y tiene unas gafas de pasta oscura. Me pregunta si se ve mejor con lentes o sin ellos, -con lentes- le digo sin pensarlo demasiado.

Josefina se ríe mientras bebe su trago, pero en sus ojos esquivos tirita la orfandad. No tiene más de treinta años pero detrás de su risa habita la amargura de aquellos que han aprendido a sortear callejones oscuros demasiado pronto.

-I love New York, you know. Noboby fucking cares about anything, I feel free- Estoy de acuerdo y asiento en silencio. Poco o nada queda por decir. Me despido de Josefina, la dejo allí, en esa barra de bar, sola y rodeada de gente.

La noche y sus calles azuladas me reciben bajo el cielo de Manhattan. Atravieso Times Square con paso acelerado, huyendo de las sombras grises que abarrotan el corazón de la ciudad. No quiero mirar atrás. Pienso en Josefina, en el sótano en el que trabaja, en los hombres y mujeres que bailan para pagar su renta, sus estudios, su pan. Pienso en la soledad.

Nueva York es pájaro y trinchera, azotea y mar.


Photo by: Nicholas Beaton ©

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