Te levantas en la mañana, es un día como cualquier otro para muchos, pero para ti es el tan anhelado sábado. Sigues con tus labores rutinarias, contando impacientemente las horas, esperando que sean las 2pm o 4pm para poder ser tu mismo y poder expresar lo más hermoso que hay dentro de ti.
Miras tu reloj y te das cuenta que ya es hora. Sales apresuradamente, imaginando, sonriendo, contando los segundos para ser tú de nuevo. Después de un tiempo, te encuentras con varias personas que comparten tus mismos gustos en el lugar de reunión acostumbrado. Hablan de todo un poco mientras se colocan su mejor vestido, su mejor maquillaje hasta lucir como hermosas princesas.
Unas prefieren quedarse en ese mismo lugar de reunión mientras otras planean salir y mostrarse ante toda la ciudad.
Este y muchos más son ejemplos de un día sábado para las crossdresser o chicas trans en Bogota, Colombia. Hombres de distintos estratos sociales que ejercen cualquier actividad y sin embargo guardan un bello secreto que pocas personas conocen.
Muchas prefieren seguir en el anonimato del encierro, por el temor de que sus parejas o familias las rechacen, mientras que otras salen y viven superando los miedos de ser descubiertas o atacadas. Con el tiempo se dan cuenta de lo que se estarían perdiendo o lo que están ganando viviendo esta experiencia.
Aunque es normal ver a determinadas horas de las noche y en diferentes momentos de la semana a chicas trans en mi ciudad, el día en que eso se vuelve más común es el sábado, ya que es cuando se desarrolla mayormente la vida social y se comparte en fiestas, eventos o sencillamente se camina por la calle o se toma un café, siendo la envidia de muchos y la admiración de otras.
Por otro lado, algunas son más arriesgadas y luchan por nuestros derechos o sencillamente forjan una carrera artística por medio de eventos y shows, los cuales exigen más de la persona en su proceso de transformación y comportamiento.
Desafortunadamente, este privilegio no se vive en todas la ciudades de Colombia, ya que en algunas de ellas las chicas trans son sencillamente atacadas, a veces por la mala reputación de algunas, y solo pueden permitirse expresar su feminidad en el confort de un cuarto sin atreverse a salir a la luz.
Pero a pesar de todo, somos una sola voz, una voz que habla de vivir y expresar lo más bonito que está dentro de nosotras, luciendo y sintiéndose como las más bellas princesas que puedan existir en la ciudad, en el mundo.