Anima et Animus, Marte vs. Venus, Azul y Rosa, Carritos y muñecas; la lista arquetípica y simbólica que define y caracteriza a los sexos (y eventualmente en el rol de género que representamos ante otros) es bastante extensa, querido lector, déjame mostrarte mi enfoque en esta materia de quien es quien.
En el imaginario conceptual de mi grupo de amigas, tenemos el chiste recurrente (ideaciones mías, como cosa rara) de que ‘Las Mujeres son Sushi, los Hombres son Pizza’. ¿A que se debe esto? Al trillado tema de las diferencias entre los sexos, comencemos por lo básico, los hombres.
Los hombres somos Pizza, ¿por qué? Analicemos la pizza, es comida bastante versátil, ya que hoy en día vemos una variedad de ingredientes posibles para escoger; están los sensibles y distinguidos miembros del reino vegetal como el pimentón, la cebolla, el siempre clásico orégano, las misteriosas olivas negras, etc. Por otra parte se encuentran las carnes, como el siempre exquisito pepperoni, el popular bacon, el jamón e incluso el pollo, le ponen ese toque rústico (y bastante fálico si te fijas en un salami entero) y la sazón que no puede faltar en tu pizza; no podemos olvidar tampoco a los ingredientes populares y divertidos como el maíz, ni a las rarezas como la piña o las anchoas, la lista sigue, y así es como se distinguen los diferentes rasgos en la personalidad de un hombre.
No obstante, a pesar de todo lo que le pongas encima, hay cosas bastante básicas (muy a mi pesar) que debemos admitir que todos los hombres tenemos; la primera es indiscutible: EL QUESO (y aquellos versados en el argot venezolano me entenderán mejor que nadie), es ese deseo casi primitivo no solo de preservar la especie si no que es capaz de cautivar a casi cualquiera, es ese toque divertido que cualquier hombre tiene (exceptuando a una que otra aburrida focaccia). La segunda cosa es la salsa, varía de crianza en crianza y de hogar en hogar, pero siempre está ese pasado familiar que le da forma al hombre, lo último es la masa, imposible una pizza sin masa, pues es eso, imposible un hombre sin juguetes (desde sus carritos hasta sus líos de faldas, sus videojuegos, su música, arte o deportes, siempre hay una pasión en el).
Pero el género masculino no es asociado a la pizza nada más por sus rasgos, veamos, la pizza es un alimento que viene en presentaciones fáciles de comprender, slices individuales para comer en el camino, por lo que es comida rápida en cierta parte, puede ser también comida que una familias, algo para preparar en casa y a gusto, es rústica y elegante, se come con tenedores, servilleta, doblando un slice sobre otro o a mano limpia, incluso hay conos que son bastante modernos, en esencia, la versatilidad masculina es una característica indiscutible de la pizza, ¿ven? Las mujeres no son las únicas que se reinventan una y otra vez sin perder su popularidad ni sabor.
Continuando con este delicioso tema de sexos gastronómicos, llegamos a lo más complejo, el femenino Sushi, principalmente se debe destacar la ENORME variedad de presentaciones, ingredientes y rituales que rodean a este plato que, como la mujer, es polémico, adornado en algunos tabúes, pero innegablemente regio y muy característico, el sushi en una mesa brilla por si mismo. Fragmentemos el pescado por partes.
No todos los platos de Sushi llevan como componente principal el arroz por lo que no todas las mujeres son hechas ni siquiera con el mismo barro, mucho menos provienen del mismo molde, hay niguiris menudos y apetitosos, hay sashimis voluptuosos y difíciles de tragar, hay croquetas picantes y encantadoras, hay fugas tóxicos, cuyo sabor hará vibrar tus sentidos como esa chica que fue tu primer amor, pero probarlos es correr el riesgo de morir… o quedar extasiado para siempre.
Seguido tenemos el tema de los complementos, el sushi no es solo un pedazo de pescado servido con facilidad (y aquellos que crean eso deben aprender a comer con educación) ya que existen MILES de combinaciones posibles para asimilar con el paladar, una vez puestos nuestros sentidos en una fémina, está la intensa anguila, el explosivo camarón, los diversos y saludables vegetales, el irresistible queso crema (sí, que no les sorprenda encontrar una mujer cargada de queso), adicionalmente a los rellenos, el sushi se engalana con toppings de las mas coquetas, dulces y llamativas ensaladas, vemos tallos de cangrejo, misteriosas semillas de sésamo y, como toda buena mujer arreglada para una velada romántica, el accesorio que no puede faltar, ese sensual y arrebatador jengibre, es ese elemento que simplemente no puede ser descrito por los simples mortales pero que todos los que han puesto sus ojos en LA mujer conocen de primera mano.
Por último está el tópico de los rituales, no es solo tomar el sushi vulgarmente con la mano y tragárselo, ¡NO! (ten cuidado lector, hay pescaditos que te pueden devolver el mordisco), el sushi es una comida con una larga historia y simbolismo cultural, es el equivalente a los enigmas de las mujeres en la religión, remontándonos a antiguas diosas de la fertilidad, las tormentas y la belleza. Así como se respeta un templo, se respeta el ritual de comer el sushi, se debe apreciar con todos los sentidos disponibles, tener un muy buen manejo de los palillos y unos modales envidiables en la mesa.
Antes de que te dé hambre (bastante natural diría su servidor) se debe acotar que no importa si te gusta la pizza o el sushi, ambos platillos tienen sus rituales, ingredientes y trasfondo cultural, hay también acompañantes (desde un Vino hasta una Coca-Cola) y no me hagan entrar en el tema de los postres… tu ya sabes cuales son; lo importante es siempre disfrutar de la variedad de platillos que el menú social nos ofrece, comer con cuidado y moderación, y si aun no encuentras a tu pizza ideal o el último sushi que probaste te intoxicó, es cuestión de tener paciencia lector, y conocer cuales son los mejores ingredientes para tu sensible y digno paladar. Buen Provecho. El mundo está servido.
Photo Credits: KoiQuestion & Pic Basement