Hernán Vera Álvarez es un escritor y editor argentino radicado en Miami. Forma parte del Comité Editorial del Grupo SEd y dicta talleres literarios en el sur de la Florida. Es una persona que vive de la literatura. Este año 2019, se dio a la tarea de compilar textos de escritores que han escrito en español en Estados Unidos durante este siglo y así nos presenta Escritorxs salvajes (Hypermedia 2019), una antología que reúne treinta y siete autores. Este volumen constituye una prueba de la existencia del New Latino Boom: la literatura en español en Estados Unidos está presente y se afianza cada día más en este siglo. Por ello, considero de suma relevancia conversar con Hernan Vera Álvarez sobre Escritorxs Salvajes.
A propósito de la antología Escritorxs salvajes, una obra de larga extensión que incluye treinta y siete autores, me encantaría saber el porqué de tu decisión de llevar a cabo un proyecto de esta magnitud. ¿Qué importancia tiene publicar esta antología?
La idea del proyecto era que el lector que se acercara a la antología tuviera un panorama de lo que se ha escrito en español durante casi veinte años en Estados Unidos. Para eso, el libro debía abarcar todos los géneros. Esa elasticidad, a la vez, creo que permite que la lectura se sostenga a lo largo de una obra de casi 600 páginas. Llegué al país en el 2000, así que además de ser parte del grupo de escritores, y dar clases en la universidad y trabajar en periodismo, como lector sé muy bien lo que se ha ido publicando. Por tales características, la antología es un trabajo que seguro deparará nuevos libros. Y, también, conseguirá que escritores muy buenos encuentren más lectores aquí y allá.
Escritorxs salvajes está conformada por autores de distintos orígenes, que han llegado a Estados Unidos en épocas diferentes y que residen en diversas ciudades. Me gustaría saber cómo fue el proceso de selección de textos y de edición. ¿Qué te motivó a incluir todo tipo de voces dentro de este volumen?
Soy un testigo privilegiado: he visto el crecimiento de autores y de ciertos sellos, como de instituciones. Cuando llegué, éramos muy pocos los que escribíamos en español. Era un veinteañero que para saber qué era lo que sucedía en el tema, debía remontarme a años pasados o leer autores que, siendo latinos, lo hacían en verdad en inglés. Esos creadores poco tenían que ver con mi realidad. Con el paso del tiempo, ya sea por problemas políticos, sociales, económicos, o para estudiar y trabajar, o para extender su creatividad, o por el mero placer de la aventura, muchos escritores emigraron a este país. Si te fijas, los autores que están en la antología, salvo tres, publicaron sus libros durante el siglo XXI, y escribieron la mayoría de sus obras en Estados Unidos. Con este libro quería una pluralidad de voces y no, como ha pasado a veces, que el editor en un acto de mediocridad nacionalista llenaba de escritores de su país el índice en detrimento de la calidad literaria. Un verdadero horror. Otro punto son las escritoras: siempre las hubo, pero en el siglo pasado casi ni figuraban en las antologías. Ahora, y gracias a mucha lucha, eso está cambiando. El libro es reflejo de los nuevos tiempos.
Ya eres antologador. Viaje One Way (SEd 2014) y Miami UnPlugged (SEd 2016) son dos volúmenes que están posicionados en el campo de la literatura Latinx en español. En el prólogo de Escritorxs salvajes apuntas que “las antologías se alejan de las grandes avenidas y se adentran en la parte más íntima de la literatura.” Entonces, ¿cómo percibes la figura de la antología dentro de la movida literaria en español en Estados Unidos?
Un placer como lector y editor es compartir lecturas. Descubrir, en definitiva, nuevos escritores. A partir de un poema o cuento que se disfrutó en una antología, si hay curiosidad, se va en busca de más textos de ese autor. Las antologías son la puerta de entrada a nuevos mundos creativos. Eso es fabuloso. Me gusta hacer antologías, es una manera de compartir, de ser más generoso.
También en el prólogo mencionas que cuando llegaste a Estados Unidos en 2000, el único referente de literatura en español en Estados Unidos que tenías a la mano era Se habla español. A casi veinte años de esta edición hecha por Edmundo Paz Soldán y Alberto Fuguet, ¿qué pronóstico puedes hacer de la literatura Latinx en español en la próxima década?
Se habla español fue beber un buen whisky, me sentí menos solo, aún cuando la mayoría de los autores estuviera de paso y escribiera también en inglés. En casi veinte años el panorama ha cambiado. Hay muchos autores que viven y crean en Estados Unidos. Hay talleres de Escritura Creativa en varias ciudades del país. El que yo coordino lo empecé en la universidad y luego también tuve que hacerlo de manera particular. Muchos de los escritores que asisten están publicando en editoriales muy buenas y de prestigio. Ganan premios. Ese panorama antes no existía. La literatura latinx seguirá creciendo, no lo dudo. Sea porque los autores ya instalados publicarán más libros de calidad, como los nuevos, los más jóvenes, que vendrán a Estados Unidos, un país complejo, que siempre te sorprende, ya sea para bien o para mal.
Como profesora universitaria, veo la antología como un recurso perfecto para una clase de literatura Latinx en español del siglo XXI, por ejemplo. ¿Qué impacto crees que tiene la producción literaria en español actual en Estados Unidos dentro del mundo académico?
Creo que mucho y está bueno: produce un puente. A través del campo universitario se extiende para la calle. Esa característica es la contraria al resto de América Latina donde la academia siempre está un paso más atrás, a veces llega tarde. Aquí no siempre ocurre eso. Es curioso.
Para culminar esta conversación, hablemos del principio, el título. ¿Cómo son todos los autores en esta antología salvajes?
Un escritor, un creador, un artista siempre es un desubicado. Si estás fuera de tu país, eso sufre inflación… Somos salvajes porque para millones de norteamericanos, gracias a Trump, los hispanos son el mal de este país. La barbarie en una sociedad que se cree civilizada por tener derecho a comprar armas o porque crearon el Facebook… Para parte de la sociedad, el español es la lengua de la marginalidad, de la no cultura, y hay 40 millones que lo utilizan diariamente. Estados Unidos es el único país del mundo que hablar más de un idioma está mal visto, sos menos “americano”. Aún así, seguimos creando, inventando historias que puedan conmover. A la estupidez reinante la combatimos con furia y belleza. Y en español.
Photo by: Eduardo Rubin ©