Flavita Banana es una de las caricaturistas que ha participado en el evento Bitter Laughter que ViceVersa Magazine realizó, en colaboración con The Cooper Union, el pasado 11 de noviembre.
Sus viñetas son como gotas de ácido corrosivo que dejan al descubierto verdades ocultas tras capas de hipocresía. Arrojada y segura de sí, Flavia Álvarez, mejor conocida como Flavita Banana, es una caricaturista cuyo humor rompe paradigmas, no conoce temores ni medias tintas.
Su estilo fresco y directo le ha merecido una popularidad que, a pesar de su joven edad, la sitúa entre las caricaturistas más apreciadas de España. Vive en Barcelona, ciudad en la cual se ha formado estudiando arte e ilustración. Tras pasearse por técnicas diferentes y aprender a sintetizar un concepto en una imagen, ha ido desarrollando una manera muy personal de dibujar y expresarse.
– Lo logré cuando decidí seguir mis intuiciones, – explica Flavita –, cuando me dije, “voy a contar lo que quiero”. Comencé a crear pequeñas bromas que quizás no cumplían con los cánones de sofisticación estética que había aprendido en la Universidad, pero que al final gustaron mucho.
Caricaturista a tiempo completo, Flavita ha publicado tres libros, diseña la tira cómica semanal del suplemento S Moda del diario El País y también envía sus viñetas a otras tres revistas.
– Para mi ha sido un gran logro. La revista S Moda se dirige más a un público femenino, las otras son más satíricas y en ellas puedo tocar temas políticos y de opinión con mayor libertad. Allí es donde lanzo las bromas más duras. Sin embargo nunca he permitido que se me encasille en un “humor para mujeres”. Me gusta dejar que mis personajes femeninos comenten cualquier tópico, con humor.
¿Alguna vez, en tu trabajo, te has sentido discriminada por ser mujer?
No, personalmente no. En el mundo del comic, de la viñeta de humor, a veces hay más bien una discriminación positiva. En este momento está muy de moda el feminismo, el humor feminista, así que tienes mayores oportunidades sencillamente por ser una chica. Y eso me molesta, me sabe mal, porque es evidente que hay un interés económico tras esa discriminación al revés. No es fruto de un empoderamiento de la mujer, sencillamente responde a los requerimientos del mercado. Lo femenino vende más y entonces lo escogen. A veces no sabes si te publican porque eres buena o solamente porque eres mujer.
Sin embargo en El País te llamaron, pero para hacer la viñeta de un suplemento para mujeres. No me parece que haya mujeres haciendo las viñetas diarias en los más importantes medios impresos españoles.
En El País, mi tira está destinada a un suplemento para mujeres, y sin embargo en la cuenta de Instagram publican las viñetas de los caricaturistas hombres del diario impreso, que son muy reconocidos, y también las mías. Ha sido un gran logro y creo que también habla de un cambio generacional importante. En el mundo editorial hay directores con una visión antigua, masculina mientras que las redes las maneja gente más joven, personas de mi generación. De todas formas tienes razón, no conozco ningún diario impreso en España con una viñeta diaria hecha por una mujer y eso a pesar de que hay muchísimas mujeres caricaturistas.
¿Entre el público que te lee recibes críticas por el simple hecho de ser mujer?
A veces en las redes he recibido comentarios muy groseros y violentos. Llaman basura mis caricaturas y se nota que son hombres que piensan que el humor es material masculino y que las mujeres no pueden opinar sobre temas como por ejemplo la política porque no los entienden. A veces sus reacciones han sido particularmente duras frente a caricaturas en las cuales utilizo el lenguaje tradicionalmente masculino pero a favor de las mujeres. Por ejemplo una vez dibujé a una mujer desnuda sentada encima de la cara de un hombre también desnudo. Obviamente ambos estaban encantados y la viñeta tenía un texto que decía “Tomen asiento señoras”. Era una visión femenina de uno de los chistes que hacen comúnmente los hombres. Hubo comentarios positivos y simpáticos pero algunos hombres reaccionaron con vulgaridades y también algunas mujeres se mostraron escandalizadas. Y… lo que es peor, varias me dijeron que no la entendían.
¿Cuáles son las temáticas que más te interesan y cómo surge tu inspiración?
Me gusta mucho ahondar en el mundo de las parejas, de las relaciones, de la vida de los single como yo. Hablo del amor y del desamor. Tomo mi inspiración de los cuentos de los amigos, de lo que veo en mi entorno. Hay mujeres quienes consideran casi una obligación tener a una pareja y entonces soportan cualquier cosa con tal de mantener a un hombre a su lado.
¿Es por eso que tu prefieres vivir sola?
En realidad estoy soltera pero no sola y también hago chistes sobre eso. Para tener pareja debería encontrar a alguien muy especial con un fuerte sentido de solidaridad y una confianza extrema. A mi me gusta estar sola y hay pocos tipos que lo aguantan. La mayoría llega pensando que debe llenar un vacío y yo no tengo vacíos. Si decido estar con alguien es porque añade algo a lo que ya tengo, si llega para quitar ya no me interesa.
¿Hasta qué punto el éxito de una mujer espanta a los hombres? ¿Te ha pasado alguna vez?
Más de una. Por ser humorista, por ser autónoma, por tener un trabajo que me permite pagar mis cuentas y por ser alguien conocido y tener éxito en lo mío. Los detecto de inmediato por como hablan. Tratan de crecerse y demostrar que también son exitosos y yo pienso “¡pero si esta no es una competición!”. En una de mis caricaturas una periodista entrevista a un hombre y le pregunta si es feminista. La respuesta es: “Por supuesto hasta que me la follo”. Hay hombre que celebran tus éxitos, te acompañan y, si lo necesitas, te ofrecen un apoyo totalmente gratuito. Pero son pocos.
También en España, como en muchos otros países, crece la violencia de género posiblemente por esa misma actitud más autónoma e independiente de las mujeres. ¿Tus viñetas hablan también de esa temática?
Es verdad, las cifras sobre la violencia de género van creciendo. Los hombres que maltratan y matan a las mujeres casi siempre se justifican diciendo que las amaban demasiado. Sin embargo muchas veces las mujeres aceptan esos maltratos, no los denuncian por miedo a perder al hombre y para mi es difícil entender esa actitud. Generalmente las mujeres que son víctimas de violencia y se quedan ahí sin hacer nada son aquellas que viven en provincia, tienen menor acceso a la información y a la educación, viven según antiguos patrones aprendidos y no tienen las herramientas para salir de ellos. Lo que considero más lamentable es que entre los adolescentes se repiten esas actitudes. Muchas jóvenes aceptan el maltrato, no solamente el físico sino también el psicológico que a veces puede ser hasta peor. En cuanto a mis viñetas, nunca he dibujado explícitamente a una mujer golpeada porque considero muy difícil encontrar el filón del humor a ese tema. Generalmente trato de ridiculizar aspectos de lo que llamo el micromachismo, que siguen existiendo y que considero igualmente graves. Por ejemplo la costumbre de servir el trozo de carne más grande a los hombres. En una de las revistas para la cual dibujo, Orgullo y satisfacción, que es muy satírica, diseñé una tira en la cual un policía antidisturbios golpea a una persona diciéndole “No quiero que te vayas”. Me refería a los sucesos de Cataluña y también a la violencia doméstica.
¿Tratas temas políticos?
Sí pero intento no posicionarme ni expresar preferencias partidistas. Naturalmente hay excepciones, por ejemplo cuando Donald Trump ganó las elecciones en Estados Unidos tomé una posición muy clara. Es que esa elección fue peor que un huracán, un tsunami. Fue un desastre global. Al igual que el Brexit. Son decisiones que tomaron personas sin suficiente acceso a la información que son presa fácil de los extremismos.
La emigración es uno de los temas de actualidad, sobre todo en Europa, y está a la base del viraje hacia la derecha de algunos países y de los nacionalismos. ¿En algún momento has tocado ese argumento?
Si y con una posición muy clara. Me parece muy grave la manera como los gobiernos europeos están enfrentando el tema de los refugiados considerando que Europa es un continente que se construyó permitiendo esas grandes migraciones.
¿El humor es comicidad?
No, el humor no siempre es cómico. La comicidad puede provocar carcajadas, el humor puede dejarte bien serio. La fuerza del humor es lograr hacer un click con el otro, por más doloroso que sea el tema que trates. En ese momento tu lector se siente recompensado, entiende que no está solo.
¿Te gustaría salirte del formato de las viñetas y por ejemplo escribir con humor?
Algo que me gustaría mucho y que espero hacer algún día es escribir guiones humorísticos para radio y televisión.
¿Cómo nació tu nombre artístico Flavita Banana?
Vivía hace años con una amiga vegana que se llama Tina. Yo la llamaba Tina Mandarina. Ella en respuesta me decía Flavita Banana (por el juego de Juanita Banana). Cuando abrí la página lo puse por no poner mi nombre, y ahora ya ves. Y pensar que ni siquiera me gustan los plátanos…
¿Qué opinas de este encuentro Bitter Laughter?
Estoy súper entusiasmada porque cuando se juntan mujeres siempre se gana muchísimo. Sé que habrá un intercambio muy fuerte y mucha comprensión. Todas las veces que me he encontrado con otras dibujantes siempre ha sido muy enriquecedor. Este es un oficio muy solitario, yo trabajo en mi casa y estoy sola todo el día, dibujando. Pasar un tiempo con personas que hacen lo mismo me parece muy relajante, muy bueno. Para mi Bitter Laughter es como el final del arcoíris y estoy deseando llegar allí.