La etnia Miskita habita la Costa Caribe de Nicaragua y se ha visto amenazada por la violencia de los colonos, la falta de alimentos y sectores para sembrar, ataques armados, desapariciones, violaciones y desplazamientos forzados. Todos los miembros de la comunidad temen por su vida en un contexto de alta violencia en el país. Sin embargo, el estado nicaragüense no ha asumido ninguna responsabilidad ni iniciativa frente a este problema para proteger a la comunidad, incluso luego de una petición hecha por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
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