Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
daniel campos
Photo by: Antonio Campoy ©

Estambul: Asia

Ada y Güneş prefieren vivir en el lado asiático de Estambul. Hay menos turistas que en el lado europeo, el ritmo de vida es más tranquilo y encuentran más recovecos bohemios, artísticos y académicos alternativos y progresistas.

Entre semana desayunan en su apartamento cerca del embarcadero de Kadıköy, en la orilla oriental del Bósforo, mientras escuchan la algarabía de las gaviotas en vuelo y esperan a que el sol de invierno empiece a calentar. Luego se van a la Istanbul Mediyenet Üniversitesi, a sus respectivas labores en ciencias sociales y filosofía.

Al anochecer pasan por Gugum, taberna izquierdista, donde abundan afiches leninistas y los retratos de Maradona, Fidel, y el Che en las paredes. Son vestigios de una izquierda retrógrada, pero ahí se reúnen estudiantes vanguardistas, activistas y bohemios de la vieja guardia, y la cerveza pilsen de barril es la más barata del barrio. A veces comen deliciosas sardinas asadas — las mejores “bocas”, “botanas” o “tapas” de la cocina de Gugum. Otras veces llevan a casa tavuk şiş dürüm o adana kebab que recogen de camino en algún puesto de comidas.

Los sábados, en cambio, desayunan a media mañana en la terraza de Küff, un café de la calle Karakolhane. Hoy pidieron un jugo de granada, jengibre y limón, otro de zanahoria con remolacha, dos cafés y una torta de huevo con espinaca y papa, acompañados de una variedad de panes de la casa. Conversaron tranquilos, comentando de todo un poco: libros, política, cartelera cultural, amigos, música, sexo y las curiosas estrategias de los gatos que acechan a las mesas para comer lo que caiga cerca o les regalen los comensales.

Luego caminaron hasta el Müze Gazhane, un centro cultural localizado en una antigua planta térmica de Kadıköy. A veces entran a la biblioteca a estudiar, pero como hoy el sol acariciaba la piel, pidieron un café y leyeron en la terraza. Ada está leyendo Şafak (Amanecer), novela feminista y progresista de su escritora de cabecera, Segvi Soysal, activista de izquierda que fue detenida en los años setenta y plasmó parte de su experiencia en esa obra. Ada lee para sacudirse la aparente normalidad con la que opera la sociedad turca mientras hay un régimen de corte autoritario y antidemocrático en el poder. Las horas volaron mientras Güneş esbozaba un ensayo en su cuaderno.

Del Museo Ghazane regresaron a pie al corazón comercial de Kadıköy y agarraron un autobús a Fenerbahçe, uno de los barrios emblemáticos de la Estambul asiática. Se bajaron junto al Kalamış Atatürk Parkı y caminaron de la mano por el paseo costanero, frente al Mar de Mármara, contornándolo con calma en dirección al embarcadero de Kadıköy. Ambularon en silencio mientras escuchaban la conversación de las olas con el malecón y observaban como el sol se ponía lentamente en el horizonte ocre y naranja.


Photo by: Antonio Campoy ©

Hey you,
¿nos brindas un café?