“Lo más difícil para una pareja es mantenerse unida durante la etapa de la organización del matrimonio”, nos dijo Esther mientras miraba con el rostro marcado por la ansiedad el anillo que había recibido hace unas semanas entre manifestaciones de alborotada alegría. Habíamos salido como todos los jueves a tomarnos algo y charlar. Somos cinco amigas y nos une el cariño y la confianza que te permiten hablar sin temor.
Esther estaba realmente preocupada: “Es como entrar en un remolino. Todo el mundo te da consejos, las tensiones están a mil, y finalmente terminas peleando con tu novio”.
Francisca quien, con su barriga de cinco meses ya había pasado por todo ese embrollo, le pregunta:
– ¿Pero qué es lo que más te angustia?
– Lograr que todo tenga una armonía, me preocupan los detalles, sabes esos que hacen la diferencia…
– Yo utilicé un consejo de mi abuela, quien se ha casado tres veces, y resultó perfecto. Comienza por las invitaciones, me dijo. Busca las que más te gustan y eso te va a dar la clave para todo lo demás. Te aconsejo hacer lo mismo para tu boda.
– ¿Las invitaciones?
– Sí, las invitaciones de boda. Y yo tengo el sito perfecto para encontrar lo que se te ocurra. Se llama Cotton Bird.
En pocos segundos marcó en su celular la dirección y las cinco nos abalanzamos para mirar. Pía, quien llevaba su Tablet, abrió esa misma página para que pudiéramos apreciar mejor las fotos y nuestro interés cambió objetivo. Nos pusimos a mirar las diferentes opciones que ofrece y nos olvidamos de todo lo demás. Había para todos los gustos, desde tarjetas minimalistas hasta rustic chic, escandinavas, clásicas, vintage, con ilustraciones, haute couture, byzantine. Cada una mostraba un trabajo delicado, una muy cuidadosa escogencia de los caracteres, del dibujo y del papel.
La abuela de Francisca tenía razón: escoger las invitaciones es el comienzo perfecto para que una pareja pueda decidir el estilo de su boda. Pero en la sección que Cotton Bird dedica a las bodas hay mucho más. Son los detalles que hacen realmente la diferencia como por ejemplo enviar con mucha antelación un anuncio de boda para que todo el mundo pueda prepararse con tiempo, o personalizar pequeños regalos, a través de etiquetas o cajitas, utilizar coquetos marca sitios en las mesas, todo, todo hasta llegar a las tarjetas de agradecimiento posteriores.
– ¡Y puedes hacer la compra por internet. Ellos te mandan un kit de muestras gratis para evitar sorpresas!- puntualizó Francisca quien respiró aliviada al ver que la alegría había vuelto a animar a Esther.
Seguía mirando los delicados dibujos de las tarjetas y por un momento me asaltó la nostalgia hacia ese mundo hecho de cartas y postales que nos arrebató la inmediatez de los mail y de la mensajería telefónica. Sin embargo sabemos también que ya no sabríamos vivir esperando durante días la respuesta a una carta. Nuestra cotidianidad siempre más agitada no permite las largas pausas que caracterizaron esas épocas.
Estuvimos analizando toda la noche las muchas opciones que ofrece Cotton Bird para transformar los momentos importantes de nuestras vidas en momentos únicos y pensé que ellos encontraron la fórmula perfecta ya que unen los privilegios de la tecnología, la inmediatez del internet, con el arte antiguo del papel, de los caracteres tipográficos y del maravilloso mundo de la creatividad.
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