Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Jose Acevedo Metamorfosis
Jose Acevedo Metamorfosis

Entrevista con el escritor Jose Acevedo

El pasado mes de junio el escritor andaluz José Acevedo se presentó en Nueva York por segunda vez en menos de un año. En esta ocasión su visita se debió a la presentación de su obra en inglés, con el libro “Metamorfosis”. Conversamos en exclusiva con Acevedo, un narrador crítico con la actual realidad política de su país, pero también con el menosprecio que en muchos sectores se les da a los trabajadores de la cultura. El recién obtenido Premio de Novela Boris Vian le ha servido para abrirle nuevos espacios internacionales a su obra.

 

Es la segunda vez que se presenta en Nueva York en menos de un año. ¿Qué está ocurriendo con su obra para que esto sea posible?

Posiblemente la obra no cambie en nada, simplemente es la valoración que se hace de ella fuera de España. Desde este país y desde el trabajo que se hace a través de La Pereza y Lazy, se abre un mundo de posibilidades que hasta ahora eran desconocidas. Los libros no han cambiado en nada, tampoco la visión que tengo de lo que debe ser la literatura y la ficción, pero es cierto, que he tenido la suerte de sentirme valorado en este país, abriéndome un mundo de posibilidades que hasta ahora desconocía. Por eso tengo que estarle tan agradecido a las editoriales de aquí por el trabajo realizado, por las posibilidades de seguir avanzando y por todo lo que está por venir. Esto es un ejemplo de lo que debe ser un trabajo en conjunto entre autor y editor, nada que ver con lo que había experimentando hasta ahora.

 

¿Qué expectativas le genera ahora ser publicado en inglés?

Ser editado en otros idiomas te abre la posibilidad de seguir avanzando en la conquista de un sueño, seguir conociendo otros mundos que te abren otras posibilidades y te hacen seguir creciendo como persona y como escritor. Sé que hay mucho trabajo por hacer, y espero que todo este trabajo que continuará con nuevas obras que están en fase de edición, vayan abriendo otras puertas en otros mercados y en otros idiomas.

 

¿Será Nueva York la próxima residencia de Jose Acevedo?

Me han preguntado tantas veces lo mismo en los últimos meses, que al final tendré que ir mirando un apartamento en esta ciudad. Nunca descarto esta posibilidad, pero está claro que deben concurrir muchas circunstancias para que posibilidad y realidad confluyan en el mismo punto.

Esta ciudad es un punto de encuentro, de oportunidades para la cultura, se respira en sus calles. El sueño americano es posible, y no se trata de una aspiración de muchas personas, es simplemente la necesidad de encontrar esa necesidad que en otras latitudes resulta impensable. Triunfar en España o en Estados Unidos no es una elección, es simplemente cuestión de oportunidad en una tierra u otra. A la gente que trabajamos por la cultura deberían dejarle trabajar, sin importar colores o banderas, la diferencia está en el trato que se te brinda en un país o en otro.

 

¿El arte de escribir le cambia la vida?

Por supuesto que sí. Seguramente sería una persona diferente si no contemplara la vida como escritor. Como escritor, contemplo la realidad desde la cercanía, los problemas de los demás como algo mío, cada rincón como algo que me pertenece y comparto con los demás. Da igual en qué ciudad me encuentre, o con quién esté compartiendo un espacio. Ser escritor me ha hecho ser cercano en todo lo que hago, en mi día a día, en mi necesidad de compartir con quienes me rodean, porque ellos, aunque sean anónimos, también forman parte de mi vida.

 

¿Su literatura tiene más color andaluz o más cemento neoyorquino?

Tiene un poco de todo. Siempre me he considerado una persona urbana, y en esta ciudad, por supuesto, encuentro parte de mi esencia. Pero no debo olvidar ciertos paisajes que me pertenecen desde pequeño, que aprehendí y los convertí en algo propio. Con lo cual mis libros son un espacio repleto de realidades de mi tierra, de rascacielos neoyorquinos y de personas que podrían vivir las mismas historias se encuentren en un espacio o en otro; porque está claro que la literatura debe ser algo atemporal, inespacial y, por tanto, un continuo presente que se sucede aquí al lado, o a miles de kilómetros de distancia.

 

¿En qué cambia el premio Boris Vian su historia literaria?

Todo suma en la anónima vida de un escritor que intenta hacerse escuchar. Me hace especial ilusión el premio por unirme aún más a la obra de Boris Vian, pero no debo sobrevalorar este hecho, como si todo el trabajo estuviera hecho. Hay que seguir escribiendo historias, todos los días, porque es el fundamento de nuestro sueño permanente; pero también seguir compartiéndolos, haciéndolas visibles, viajando, imaginando… Un premio como este no es más que una estación en todo un recorrido que acaba de empezar, que comienza todas las mañanas en busca de destinos posibles, sin una meta concreta que alcanzar, siempre en constante progresión y haciendo camino.

 

¿Cómo ve España desde Nueva York?

Como un país anclado en un pasado del que le cuesta deshacerse. Hay una España a la que aspiramos muchas personas y otra que se ve desde fuera. Me sorprende el discurso de unidad a toda costa, las reacciones contra la sentencia del Tribunal Supremo, el conservadurismo imbécil que añora gran parte de la sociedad española… Creo que no hemos crecido como sociedad, o lo poco que hemos avanzando en los últimos años nos sirve para añorar cualquier tiempo pasado. Tenemos miedo al futuro, al mañana, a una sociedad más justa e igualitaria, y nos vanagloriamos de otras estupideces que nos mantienen en un permanente pasado. Creo que estamos entrando en la idiotez más absoluta.

Hey you,
¿nos brindas un café?