Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Alejandra Rosa viceversa magazine
Photo Credits: radiobrain_ ©

Entre silencios

Toa Baja, Puerto Rico-

Llueve y sale sol en dos minutos y pum, lluvia. Otra vez. Gotas pesadas, livianas. Humedad, calor. Es todo tan cambiante, en poco tiempo. Lo siento-pienso en esta casa de madera, que lleva desde el 2017 bajo uno de los toldos azules que distribuyó FEMA en Puerto Rico, tras el paso del huracán María por nuestra isla-país. No han caído once gotas, y cambio de opinión, me contradigo — soy Cáncer, me pasa. Esta vez, la indecisión no viene por lo de canceriana, sino por una certeza: tanto muta, pero tanto más no. Aquí, en esta casa, por ejemplo, demasiado sigue igual. Cuando llueve se cuelan gotas. Y el suelo, al menos dos veces al día, tiembla. Sus soportes, desde María, están doblados. Son de madera, pueden romperse en cualquier momento — podemos rompernos en cualquier momento. Estoy sobre este suelo y sé que en ocho gotas puede hundirse en la tierra. Pero aquí estamos, como si la posibilidad de la pérdida del suelo no fuera algo tan grave, y no condenara a nadie a un vacío que quién sabe si se sobrevive. Nos miramos, hablamos, reímos un poco de cualquier cosa – que nunca es cualquier cosa, siempre es una-gran-cosa eso que nos desarraiga sonrisas del pecho, cuando lo más orgánico sería un llanto dramático que lo inunde todo, hasta desdibujar con agua salada los trazos de lo que nos despierta en la madrugada, nos ancla en la cama, nos pesa en las pestañas. Nos indignamos cuando transitamos la memoria, revivimos el trauma juntas, miramos el espacio sin querer despedirnos de él, pero sabiendo que, en cualquier momento, sin que nadie anticipe nada, pum . Silencio. Pum. Gotas. La más sabia prende velas, le reza a un santo, nos mira, prepara un caldo, y nos lo sirve murmurando, deseando poco, lo básico: que, cuando el suelo diga: ya, no puedo más, me hundo, regreso a la tierra, me marcho, me voy, no nos rompamos con él, que no nos quedemos heridas y rotas acá, en donde más duele: adentro. Porque sino luego pum. El silencio.


Photo Credits: radiobrain_ ©

Hey you,
¿nos brindas un café?