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Revista Enclave
Photo Credits: Laddir Laddir ©

Enclave cierra el año con caricaturistas

El viernes 8 de diciembre, Enclave: Revista de Creación Literaria que editan Nora Glickman y Alejandro Varderi, celebró en el Graduate Center de CUNY su última sesión de año 2017, sobre “Caricatura, Democracia y Resistencia.

Abrió la sesión Mariza Bafile, cuya revista Viceversa Magazine, inició hace dos años Bitter Laughter, un evento de gran importancia en los anales de la critica satírica latinoamericana estadounidense, focalizando la contribución de artistas hispanoamericanos en la sátira política.

La velada fue variada, original y como era de esperar, simultáneamente divertida y seria.

Los presentadores realzaron una vez más la universalidad, conjunta con el localismo que suele provocar el buen arte gráfico, dirigido a públicos tan diversos, así como los propósitos complejos de la caricatura. A todos ellos les precede una extensa lista de publicaciones en prestigiosos diarios y revistas de norte y sur América, así como de Europa.

Las tiras cómicas de Feggo, (Felipe Galindo Gómez) se centraron en el efecto que la presente administración estadounidense ejerce vis-a-vis con su población latinoamericana. Consciente de la imposibilidad de hacer una caricatura de una caricatura, como lo es Donald Trump, Feggo juega en torno a las variedades que ofrece la distintiva fisonomía fantochesca del Presidente: Comenzando por la idiosincracia de su cabello desteñido, Feggo adentra su sátira en las arbitrariedades de un cerebro vacío, que va llenado con las contradicciones infligidas a su población, exponiéndola a lo largo de una política enfermiza, hasta la última determinación por establecer a Jerusalém como la capital de Israel, sin consideración a las demandas de la población palestina residente en esa misma ciudad. De su apasionada serie sobre DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals) Feggo seleccionó muestras de las repercusiones de una política persecutoria que reniega a millares de jóvenes hispanos promesas previas de ciudadanía norteamericana.

Desde Buenos Aires, via Skype, Sergio Langer seleccionó caricaturas impactantes de humor acerbo y a la vez soez, que obligan al espectador a examinar qué hay detrás de sus aparentes contradicciones: Dos sobrevivientes del Holocausto, por ejemplo, compiten por la “fama” posterior de su campo de exterminio. Auschwitz, por cierto, es mejor conocido que ningún otro. En otra muestra, sorprende el retrato del artista mismo, acunando en sus brazos a un bebito ario que ostenta una swástika en la manga de su abrigo — el símbolo opuesto a la Estrella de David que señalaba a cada judío durante la ocupación nazi.

Parte de las muestras artísticas Darío Adanti (via Skype, desde España) que provienen de su revista madrileña “Mongolia”, consistió en ilustrar cómo se vio inclinado a dirigir sus guiones y animaciones satíricas al público español y a eventos locales. Adanti concibe su sátira como una voluntad de ofender a través del humor, la parodia y la exageración. Una de sus ilustraciones, por consiguiente, expone una cama sobre la que casualmente aparece una revista cuya portada expone en letras enormes: “EL REY PODRIA VIOLARTE”; de este modo hizo una crítica a la constitución española que exime a su máxima figura de toda culpa, cualquiera sea la ofensa. Las tiras humorísticas de Darío tampoco perdonan a otras instituciones “sagradas’, como la iglesia y sus seguidores: se ríe, pues, del espíritu comercial de cristianos que instalan un puesto de venta de crucifijos, al pie de Cristo todavía sangrando, apenas crucificado.

Inspirado en Zelig, la célebre figura camaleónica de Woody Allen, Gerardo Blumenkrantz ofreció un recuento autobiográfico a través de la caricatura en su serie titulada: “Reír es pertenecer”. Los sucesivos dibujos de Gerardo mostraron cómo fue abriéndose paso para ilustrar momentos de desarraigo sufridos por él y, como él, por todo nuevo inmigrante en el proceso de adaptación a entornos extraños. Gerardo recorre sus principios en su Tucumán natal en la Argentina, pasando por vivencias de temprana juventud en una remota ciudad de Ohio, hasta llegar a sentirse integrado como latino y americano en el cosmopolitismo que le regala Brooklyn en el presente.   Para ilustrar cómo durante cada estancia su arte se vio forzado a adaptarse al país y sus circunstancias, Gerardo mostró varias sutiles pero esenciales variaciones que tuvo que implementar hasta lograr que una misma caricatura en inglés fuera comprensible para el público hispano, en castellano.

La velada fue coordinada por Nora Glickman y auspiciada por la CUNY Academy for the Humanities and Sciences.


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