La moda, es un universo que creemos conocer, entender y muchas veces relegamos a la palabra tendencia, novedad o venta. Sin evaluar los múltiples aportes que realiza en la sociedad, con sus procesos, mecanismos y por último con el papel de sus receptores. En el marco de la actualidad la moda es latente y divergente. Llena de símbolos desde sus inicios, es un lenguaje no verbal que conduce a la expresión, de ideales, sueños, posturas y personalidades. Son muchos los factores que abarca el fenómeno de la moda, su sistema, y las discusiones que genera alrededor de nuestro tiempo presente.
Con la visión de un mundo paralizado por una pandemia global, muchos nos hemos acercado a reconsiderar la repercusión de la moda, el significado del lujo y la acción que ya no solo viene desde las propuestas que desfilan en pasarela. El consumidor es cada vez más optativo, vestimos lo que nos identifica, lo que nos hace sentir bien, y sobre todo lo que acarrea una conexión, agrega un valor a nuestras vidas.
El auge del cambio y la decisión de compra nunca habían sido tan relevantes como ahora. Conocemos las consecuencias de nuestras decisiones, sabemos cuáles fueron los recursos naturales invertidos y el impacto de los materiales comprados a la sostenibilidad del planeta.
Creo firmemente que el lujo va encaminado hacia la identidad, hacia el marco de lo local. Ya no son suficientes conceptos de moda alejados del público. El mensaje es el público su identidad y su propia visión del mundo.
Texto: María Alejandra Restrepo
Fotos: Carlos Parra Rios