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LEOPOLDO GONZALEZ

ELOGIO DE LA OBRA DE LEOPOLDO GONZÁLEZ

Apenas inaugurado el siglo XXI, el poeta Arón Palmerín Reyes nacido en Tiríndaro, Michoacán, México, y autor del libro “Canto a mi raza”, dedicó unos octosílabos en dos tiempos a rendir un testimonio de afecto y admiración hacia otro poeta de su estado natal: Leopoldo González. 

Como un homenaje a ambos se reproducen aquí estos poemas, que dan muestra de la destreza versificadora del autor y de los referentes de su obra de acentuados ecos nacionalistas.

Imposible no pensar en López Velarde (Diré con una épica sordina: / la patria es impecable y diamantina) o en Gutiérrez Nájera (algo en la urna diáfana del verso, / piadosa guardará la poesía) cuando Palmerín alude a la palabra de Leopoldo González en términos metafóricos de resistencia y permanencia: una fortaleza y sus murallas sin grieta, luminosos diamantes y canteras en su poesía; luego culmina con un “México guerrero” al que el adjetivo posesivo “mi” añade una heroica y tierna resonancia.

SEÑOR DE VIENTO Y CANTERA

A Don Leopoldo González

I
Señor de la voz inquieta.
Caballero talentoso.
Don Quijote misterioso
en un ocaso violeta.

Tu corazón de poeta
es murmullo luminoso
que rompe el silencio airoso
de esta muralla sin grieta.

Tu palabra es fortaleza
para mi honda tristeza.

Señor de viento y cantera
en otoño y primavera.
Juglar de fuego sereno
en plenilunio moreno.

Arón Palmerín Reyes
Morelia, Michoacán
3-11-01.

II
Tu palabra es alimento
para la azul sinfonía,
que nació al rayar el día
con el arrullo del viento.

Tu palabra es limpio aliento
que me llena de alegría,
por soleada lejanía
de un blanco presentimiento.

Tu palabra es el diamante
del nocturno caminante.

Caminante de cantera
y también de luna entera.

Tu palabra es el lucero
de mi México guerrero.

Arón Palmerín Reyes
Morelia, Michoacán, viernes 11 de julio de 2008.

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