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El tuerto Nancy

Podría comenzar diciendo que de las muchas veces que pasé por Nancy solamente una pernocté en la ciudad. No había entrado todavía en funcionamiento el túnel de Sainte Marie aux Mines que evita hoy el ascenso y la bajada -todavía más peligrosa- de los Vosgos para acceder desde Francia a Alemania en ruta hacia Friburgo de Brisgovia donde entonces residía. La noche de marras se desató una tempestad de nieve y la prudencia aconsejaba no manejar en tales condiciones, de manera que me hospedé en uno de los hoteles de la cadena Novotel a la salida de la ciudad. Recuerdo bien la fecha porque esos días había muerto Franco y en la televisión francesa se especulaba mucho sobre el futuro político de España.Y sobre eso recayó la conversación con uno de los parroquianos en la barra del bar con el cual amisté antes de retirarme a dormir.

-No tengo idea de lo que pueda pasar  en España–respondí- puesto que no vivo allí.

-El hombre era de los que entonces se llamaban viajantes y solía hospedarse en ese hotel a su paso por la ciudad de Nancy.

Sabía yo, por la simbología de Jung, que una de las combinaciones que se forman en el Tarot es conocida como El tuerto de Nancy. La preside el arcano mayor del Tarot, el Mat -el Loco- seguido del cinco de espadas. Viene luego el tres de bastos, el seis de bastos puede estar al inicio, y para cerrar la combinación, la sota de bastos. Traición, un obstáculo, cólera y destino, con los matices que el intérprete guste agregar, constituyen el simbolismo de la combinación del Tuerto de Nancy.

Lo que ignoraba es por qué se conocía con ese nombre la combinación y qué tiene que ver en ello la ciudad donde estábamos

El viajante me lo explicó.

Resulta que muchos años atrás vivía en Nancy un tuerto muy aficionado a meter la nariz donde no le llamaban. Si se trataba del vino, pues allí iba el tuerto a ver cómo salía el mosto, con la peculiaridad de que su presencia comenzó a asociarse con alguna desgracia. En el caso del vino, si el Tuerto había estado por allí, con toda seguridad no fermentada bien y se avinagraba en los toneles. Si se trataba  de sacrificar un animal, una res o un cordero, pues algo pasaba si el tuerto se encontraba cerca y el proceso se frustraba. De modo que, poco a poco, la gente se fue dando cuenta de que el tuerto era una fuente de maleficios, al punto de que el pueblo todo, haciendo una sola voz en la representación de un grupo importante de ciudadanos, exigió al burgomaestre que expulsara al Tuerto de la ciudad.

Y así se hizo. Y cuentan que ya camino del exilio se le atravesó una cerda  en el camino a la que escupió y la saliva encendió el rabo de la cochina y ésta se achicharró.Eso fue lo que me contó el viajante.

Si traigo ahora esto a colación es porque hace unos días un amigo fue a consultar con una vidente, una de estas rubias ayudadas, que hacen ahora buenos dineros con eso de la incertidumbre de qué es lo que va a pasar en vista de la situación política. La cosa es que en el Tarot, al amigo le salió la combinación llamada El tuerto de Nancy.

El amigo es un español con negocios en USA y tiene la convicción de que no solo a él, sino  tal vez a algo más de la mitad del pueblo norteamericano, en esta suerte de recurso al Tarot que han venido a ser las elecciones presidenciales norteamericanas, les ha salido la combinación del Tuerto de Nancy.

Y yo –aunque presiento que debía haberme quedado callado – acabo de dar al amigo el único consejo inofensivo de que disponía, el cual no es otro que el que daba Ignacio de Loyola a sus gentes: En tiempo de turbación, no hacer mudanza.


Atanasio Alegre, De la Academia Venezolana de la Lengua, correspondiente de la Real Española

Photo Credits: Meg Lessard

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