El Sofrito en la Nariz

En los mapas identifican la costa norte de la Isla del Encanto como Atlántico, pero me gusta pensar que son las olas del mar Caribe las que van a dar al verde costero de San Juan, porque no hay identificación que le venga mejor a Puerto Rico que isla caribeña.

De ese azul Caribe al verde de la costa, luego aparecen las edificaciones, los grandes hoteles, los “parches” azules en muchos techos, reparaciones del huracán María.

Sobrevolamos San Juan de Puerto Rico en un vuelo Delta desde Nueva York para participar en un importante evento culinario turístico: Saborea Puerto Rico.

 

 

Durante cuatro días a inicios de abril de 2019 celebraron su doceava edición. Podemos confirmar que ese slogan reciente de “Open for business” es absolutamente cierto.

Pasear por el Viejo San Juan no es sólo reconocer lo que hemos visto innumerables veces fotografiado; es emocionarse al vivir la experiencia única del colorido de su arquitectura, de los bellos adoquines azules que aún quedan en algunas calles, los restaurantes y las viejas pastelerías renovadas que ofrecen mallorcas dulces y saladas, así como los fuertes coloniales: Castillo San Cristóbal y Castillo San Felipe del Morro, en esa parte de la ciudad.

 

 

 

Saborea Puerto Rico exalta la cultura y gastronomía puertorriqueña. Nos envuelven la simpatía, cariño, musicalidad y bilingüismo del puertorriqueño. Disfrutamos las frutas tropicales, las palmeras, el colorido, una gastronomía de altura, el gusto por el ron, el sofrito, los abrazos, todo tan familiar, tan caribeño.

Participan en este evento boricua excelentes chefs locales, algunos chefs antillanos y otros provenientes de Estados Unidos continental, con la intención de compartir experiencias culinarias y crear nexos dentro y fuera de los fogones.

 

 

Entre esta gama de chefs hay una “cocinera” (como se hace llamar ella misma), que se inició en el teatro. Hoy en día es propulsora de la cocina autóctona de la isla y una de las responsables de este evento culinario tan exitoso. La chef Giovanna Huyke es una celebridad por sus programas de TV, transmitidos en Puerto Rico durante 23 años: “Cocinando con Giovanna”. Así mismo, es referencia de la cocina boricua en el mundo y autora de seis libros, innumerables artículos en la prensa y revistas especializadas.

 

 

Para ella, la pasión culinaria es asunto de familia. Desde los 10 años y durante sus estudios, como medio de manutención, cocinaba bizcochos con la ayuda de su mamá, Alice, maestra de cocina y química. En la actualidad, Giovanna Huyke cocina en el restaurante “La Fábrica Central” en Boston, junto a su hijo, Héctor David Herrera, quien es el sous chef. Alice siempre supo que su hija se dedicaría a la cocina. Giovanna pensó que ese sería el destino de su hijo siendo pequeño.

Un día Giovanna se entrenaba en el Hilton, un plato le salió mal y llegó frustrada a su casa. Su papá le dijo: “Tú naciste con el sofrito en la nariz. Cultiva lo que es único en ti. En eso sí eres experta.” Ella cuenta cómo los amigos de sus padres se escandalizaban porque la hija de Alice y Héctor fuera cocinera. Hoy en día, 38 años después, dice “¡Wow! Qué bueno que soy cocinera”.

 

Desde sus comienzos ha propiciado lo no procesado, local y fresco. Sigue promoviendo una relación estrecha de los chefs con los agricultores, creando alianzas durante los últimos treinta años. Su primer restaurant, Amadeus, en San Juan (1988) fue de los primeros en utilizar ingredientes locales y ofrecer comida autóctona boricua, ocupando un espacio necesario entre los restaurantes de comida foránea en la isla.

Este movimiento ha ido creciendo con las tres nuevas generaciones de chefs comprometidos con la agricultura; ellos constituyen la evolución de la cocina puertorriqueña a partir de lo tradicional. Utilizan ingredientes como el achiote, el recao, la malanga, yuca, la yautía, los plátanos verdes y maduros y las frutas tropicales.

 

 

El Huracán María los ha hecho más fuertes. Giovanna está ansiosa por lo que viene – que dice será espectacular. No dejó del todo el teatro por la cocina ya que considera que cocinar y servir es un libreto de sabores y se deleita con las historias que brotan de los menús. Sueña con regresar a San Juan más adelante y planifica nuevas propuestas que incluyan a los chefs más jóvenes, para las próximas versiones de Saborea Puerto Rico, mientras atiende los fogones en Boston.

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Photo Credits: Luisa de la Ville