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arturo serna
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El ser y la nada

Leibniz se pregunta por qué es en general el ser y no más bien la nada. La pregunta de Leibniz no es caprichosa pero ha sido respondida siempre de una forma positiva. Suponemos que frente a la disyuntiva interpelada por el filósofo alemán lo único que existe, siguiendo a Parménides, es el ser. El mundo es. La vida es. La muerte es. Según esta consideración, la muerte es un hecho terrible, insuperable, insólito y trágico.

Sin embargo, si tomamos en cuenta la posibilidad de la nada, podemos pensar que la muerte es una cuestión insignificante, la norma; no lo inesperado. Comparada con la nada, la muerte es poca cosa. La desaparición física es una nada. Comparada con la nada, la existencia que se termina no causa ningún problema. O, al menos, no debería causar ningún asombro.


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