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lara solorzano
Photo by: Srineet Sridharan ©

El Mundo en algún lugar entre Nedham Street y Melbourne Road

Hoy es domingo, el sol está que arde, los árboles radiantes y nuestro edificio silencioso. David y yo chequeamos el mapa en Internet antes de salir, pues no conocemos bien la parte Este de la ciudad donde iban a realizar una reunión pública llamada STOP NOW; una campaña de solidaridad por la Paz en la Crisis del Medio Oriente.

Seguros de la ruta nos ponemos en camino. Seguimos la carretera principal buscando la calle Nedham donde había que doblar a la derecha, pero unos policías, sudados y de hablar jadeante, nos ordenaron ir por otra calle. Seguimos su indicación, pero también la otra calle estaba cerrada con cintas de seguridad y tuvimos que buscar una tercera ruta.

Cansado de dar vueltas David dijo contrariado: I´ve lost my bearings! Algo así como decir ¡se me perdió la brújula!

Ya que nos habíamos perdido, dejamos el auto aparcado en una callecita rodeada de pequeñas casas de piedra y ladrillo, de aquellas construidas para que vivieran en ellas las brigadas de trabajadores procedentes de Irlanda durante la revolución del hierro y la electricidad. Ahora son habitadas por inmigrantes provenientes mayoritariamente del subcontinente indio, de Pakistán y de Bangladesh.

Caminamos fascinados por esas calles, David practicando su árabe leyendo los rótulos de las tiendas. La música de unos tambores y unas gaitas llegaba hasta nosotros.

Vimos a un hombre quien parecía orar usando megáfono en un idioma que no entendíamos. Varias mujeres coreaban lo que parecía ser un mantra cada vez que el hombre hacía una pausa. Fue entonces que nos dimos cuenta que estábamos presenciando un suntuoso Lagna Vivah, el lazo que une a dos almas, es decir una boda india.  La calle estaba llena de gente de la India, o británicos de origen indio. De pronto nos vimos entre los invitados y presenciamos el primer acto de la ceremonia durante el cual el novio desfila hacia la casa de la novia, caminando sobre un manto colorido (probablemente de una seda de Benarés) que se extendía en el suelo. Lo resguardaban a los lados unas jóvenes vistiendo hermosos saris fucsia y celeste.

La música de gaiteros se hizo cada vez más enérgica e indagando entre los presentes descubrimos que el samskara (unión que representa la confianza sagrada) se daba entre un hindú y una escocesa. Vimos al elegante novio trayendo una corona, pero la novia debía esperar dentro, así que sólo la imaginamos con un traje lengha rojo y sus bordados dorados, esperando en su salita sobrecogida por la emoción.

Después de esto se abrieron las calles y la gente toda fue esparciéndose poco a poco, hasta que el camino quedó libre y pudimos seguir hacia la Campaña Por La Paz.

En las afueras del inmueble unos niños jamaiquinos nos preguntaron qué sucedía adentro, así que invertimos unos minutos conversando con ellos quienes nos escuchaban y preguntaban entre muecas y juegos. Al entrar, la reunión estaba por terminar.

Los asistentes de religión musulmana estaban divididos: los asientos de hombres en la izquierda, mujeres a la derecha. Quienes no practicaban esa religión estaban sentados donde les parecía creando una distribución armoniosa e interesante.

Terminó con un llamado a asistir a una manifestación pacífica el jueves siguiente a la cinco de la tarde at The Clock Tower (en la Torre del Reloj) típico punto de encuentro en Leicester.  Los musulmanes hicieron un gesto como de lavarse el rostro con las manos, y se cerró la reunión.

Verano 2006


Photo by: Srineet Sridharan ©

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