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andres tovar
Photo by: Antonio Bovino ©

El Metaverso es inofensivo, excepto cuando no lo es

Estoy sentado en algún lugar de la vía láctea. Flotando frente a mí, como un monolito, un monitor. Bajo mi mirada y puedo ver un par de manos tecleando con furia hacia la nada. A mi alrededor solo puedo contemplar estrellas. Mi rostro se siente pesado. Las palabras que están siendo tecleadas son las palabras que lees.

No es un intento de ser poético o abstracto o profundo, simplemente estoy escribiendo desde una nueva realidad; estoy escribiendo desde el último sueño húmedo de Mark Zuckerberg.

El proceso fue simple; pedí prestados un par de Oculus Quest, saqué los perros a pasear, me hice una taza de café -negro, sin azúcar- me senté delante del escritorio, encendí mi ordenador, y coloqué los Oculus Quest frente a mis ojos antes de tomar un último sorbo.
Hasta ahora he experimentado pintando al óleo en un hermoso balcón mediterráneo escuchando una relajante guitarra española, luego derroté 123 orcos (high score) con arco y flecha, levité sobre el Salto Ángel en Venezuela, y fui una mosca en la pared de un velociraptor viviendo la quinta extinción masiva en la historia de la tierra.

Esto no es nada como Blackmirror. Esto es divertido. Es divertido porque no me quiero quedar aquí por siempre, es divertido porque no puedo vivir aquí. Es divertido porque es una novedad, un artilugio. Es inofensivo, en realidad.  ¿Recuerdan esos lentes 3D de cartón que venían con la caja de cereales? Piensen en eso, pero con 350 dólares menos en el banco.
Recuerdo usar esos lentes, un extremo azul, el otro rojo. Solo servían para ver dibujos y diseños específicamente hechos para eso. Veías tus dibujos de dinosaurios detrás de la caja del cereal y los guardabas para nunca volverlos a usar. Esto es exactamente así.
Todos necesitan dejar de preocuparse, todos tienen que dejar que Mark se divierta, hay que relajarse, no hay manera de que esto termine mal. No existe manera posible.
En el momento que te pones un par de lentes VR te los quieres quitar inmediatamente; son incómodos y pesados y no es como que eso se pueda arreglar fácilmente ¿verdad? Además, la imagen que producen no es suficientemente realista, y no es como que existan softwares para generar imágenes 3D fotorealistas en tiempo real. Eso sería unreal.

No, simplemente es un dispositivo nuevo. Y no es como que tengamos un historial de algún dispositivo personal que comenzó siendo inofensivo y ha remodelado la forma en la que interactuamos con el mundo y con nosotros mismo. No, eso es ciencia ficción.

Creo que las compañías pueden despedirse de su sueño de tener un espacio digital que les permita reducir gastos en infraestructura sin sacrificar la capacidad para monitorizar la productividad de sus empleados. Lo siento Silicon Valley, esta vez no haremos el papel de simios asustados frente al monolito.

Llámenme cuando pueda trabajar dentro de este mundo. Llámenme cuando pueda ver una película en el cine, cuando pueda hacer deporte con mis amigos, llámenme cuando pueda meditar y perder la noción del tiempo y olvidar la realidad, llámenme cuando pueda comprar tierra digital, o mejor aún cuando pueda comprarla y luego rentar el espacio para que alguien ponga publicidad, llámenme cuando pueda hacer y gastar dinero, y por favor llámenme cuando pueda viajar a cualquier museo del mundo, o mejor aún, cuando pueda caminar dentro de una galería y comprar las obras directo de la pared. Llámenme cuando pueda convertir mi home office en un espacio customizable y libre de distracciones. Llámenme cuando puedas levantarte, pasear a los perros, servirte un café, y hacer algo tan simple como escribir un artículo frente a tu ordenador. Eso pensaba, imposible. Y por eso esto seguirá siendo inofensivo. A dormir tranquilos, que aquí no hay motivo alguno para preocuparse, ni emocionarse. Además, ¿Acaso recuerdan la última vez que algo malo pasó por confiar en Mark?.


Disclaimer: Este artículo fue escrito en Realidad Virtual, usando un par de Oculus Quest y un software llamado Immersed.


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