De todas las que soy
De todas las que soy
poco prefiero
la abeja industriosa en su trajín,
o la cigarra aplastada en el verano,
tampoco aquella cebra distraída en las alturas
que tan diversas de mí
siempre andan.
De todas una sola me acongoja:
la salvaje
atravesando el lodo,
la extraviada oveja
la alocada y perdida de tí.
A esa junto al fuego acariciara
y con manta seca le abrigara el frío.
Por esa sola de rodillas te diría:
¡Basta, Señor !
Abandona tu enojo
que nada has entendido, mi Señor,
mi inalcanzable
mi iracundo
patriarca.
Anotado en los márgenes de un libro
de astronomía del Padre Eusebio Kino
Pero entonces
si la belleza del saber se esconde
y tenues flotamos en el éter
de quimeras astronómicas surcado
¿a qué buscar en tantos libros
la errada vanidad mundana?
Todo sabremos del espacio
sensorium de Dios y su medida
Algo más sabremos de ciertas pasiones
Todo quizás de los vientos
de los climas
Menos lo indecible
tan ansiado
El Manual de los Inquisidores (1607)
Primeramente es la lengua
que debe ser domada
torcida
mutilada
extirpada.
Juramentos de pureza
sobre los Santos Evangelios:
contestar que sí.
Reconocimiento del hereje en los días de fiesta.
Primer signo:
por sus ojos encajados
de ver malos espíritus.
Segundo:
rostro escondido en la capucha.
Tercero:
puede no usar capucha y cojear un poco.
Las mujeres hechiceras deben ser quemadas.
De inmediato las conoceréis
porque hablan del futuro,
cultivan hierbas hediondas
y locas de remate
quieren hacer de médico.
La abjuración en lengua vulgar
nunca en eclesiástico latín,
para colectivo escarmiento y terror.
¿Por qué te demoraste en seguir
nuestro buen consejo?
Repetir tres veces el nombre del Señor.
Sigue formulario para humillar al sospechoso:
Hija mía, por aquello que oímos decir que tu pensaste
Y ya está dicho:
el que no creyere en mí
quebrado sea en dos como rama seca
y lanzado sea a la hoguera.
El diario íntimo de Sor Juana (Madrid, Ediciones Torremozas, 2002) (Selección de poemas)