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El Bardo: La próxima cola del Jueves en la luna

CARACAS: Jueves: hoy me toca hacer la cola del jabón, mi cédula termina en siete. La cola está larguísima y hace un sol tropical con muy buen tiempo en mi descampada espera. Recuerdo el programa del domingo, me procuro auto entretenimiento en mi solitaria espera, seguro me queda por lo menos una hora, pero necesito el jabón. El programa era sobre un perfecto lunático, un hombre que dedica su vida a buscar financistas para que paguen por su viaje a la Luna.

La gente anda un poco molesta o nerviosa, puede ser que la cola no nos sirva de nada y al final no encontremos lo que buscamos, buena metáfora de la vida. Hay personas que vienen por otros productos, parece que hay leche pero está tan cotizada que no pienso mucho en eso, si la encuentro es un plus. Ahora recuerdo a aquel profesional lunático del programa, él no era un completo loco, de hecho tiene razón, es el 2015 nos prometieron otras cosas, creo que no basta con el Skype, había más en la película, ese era un accesorio.

Hay un alboroto, parece que una señora en la cola se forjó una enemistad con uno de los trabajadores del supermercado, al parecer nada grave, una simple antipatía. El empleado, que en estas situaciones ha adquirido poder debido a que maneja el objeto de la cola, el producto que te falta, le contesta con picardía que no hay leche para todos. Me echo para atrás en mi mente porque tan solo penetrar en tan sosa escena me da calor y me imagino que sí, que el viaje a la Luna es posible, que hay ciudades en ella y que está llena de lunenzes.

De seguro para mantener la idea de enlace de los terráqueos con los lunenzes nos tocaría pasar al menos una vez en la vida una temporada en la Luna. Un maravilloso viaje en cohete hasta la sonrisa celeste no puede ser cosa ligera, de poco impacto, sentir con cada conteo regresivo una emoción en el corazón que calienta como el cohete a punto de despegar, es algo para inventar palabras. Debe ser complicado ser parte de su población, pero deben manejar bien las interrelaciones, en la Luna no hay fricción y habría que pensar bien cada movimiento para evitar un duro golpe.

En la Luna habrían dos ciudades una en la cara brillante llamada “Luma” donde se ubicarían todas las personas dedicadas a la subsistencia de la Luna y otra en la zona oscura llamada “Ego” donde estarían los científicos estudiando el espacio y la Tierra. Los visitantes serían alojados en Luma, no habría hoteles pero la hospitalidad lunenze sería insuperable porque la vista de la Luna hacia la Tierra hace notar la falta de fronteras dibujadas en su superficie.

La arquitectura sería cuando menos sorprendente, debido a la falta de gravedad caprichosas formas se levantarían sobre la faz de su orbe. Las casas por nombrar de alguna manera estas edificaciones misteriosas serían  como suspiros multicolores, estructuras maleables que permitan a los habitantes cambiar sus paredes simplemente modelándolas con las manos, empujando y desplazando, adecuando el espacio de acuerdo a sus necesidades oportunamente. Todas ellas estarían interconectadas por una red de túneles de maravilla, transparentes en algunos lugares y de colores en otros que irían de manera superficial. Estos contendrían bicicletas para desplazarse colocadas en rieles para evitar que el vehículo salga por el aire.

La agricultura sería poca pero muy rica en variedad, Luma puede ser utilizada como un banco terráqueo de todas las semillas recogidas por los investigadores de la Tierra en una especie de barca de Noé, además de conservar un extenso y muy completo archivo del ADN de las especies vivas y extintas. No habrían grandes festines de comidas pero la alimentación sería pública y gratuita servida a toda hora en grandes salones comunes entre las casas, todos contribuirían con algo de su preparación y sin distinción serían colocadas entre grandes mesones.

Veo el reloj, ahora sé que llegaré tarde pero no puedo llegar tan tarde, los horarios se han flexibilizado un poco debido a una no hablada solidaridad de la escasez sin embargo tendré que irme. Pienso de nuevo en aquel lunático y creo que tiene razón, nos estafaron, no nos dieron lo prometido, tendremos que hacerlo nosotros, no podremos confiar la realización del futuro a ninguna empresa o gobierno, ya conocemos la ruta, ahora buscaremos los medios. La próxima cola del jueves en la luna.

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