Interminable pasado que se desvanece: el pasado es evanescente y siempre está dejando de ser. Pero ese dejar de ser no se termina nunca. Su condición de pasar dura toda la vida. El pasado está dejando de ser pero no deja nunca de ser. Es decir, se define como algo que se desvanece pero que no se desvanece por completo. Existe en una hipotética vía intermedia, entre lo que se pierde y lo que funciona como un eco lento y suave.