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Marjorie Agosin

Diez poemas de Marjorie Agosín

 

1. La voz del río dulce

Desde la muerte, tu voz,
Desde el transfondo helado de la tierra estás,
Desde la memoria de tu cielo me llamas
Así en una voz bajita y clara,
Voz de río dulce,
Voz de un cristal roto…
Te escucho,
Acudo,
Te siento.
No te encuentro en el libro de las fotografías
de un campo de concentración.
¿Qué escondías bajo el cubrecama de terciopelo?
Nunca hablaste ni de víctimas ni de victimarios.
No me hablaste.
Tan solo cantabas o rezabas,
Y eras una voz dulce,
Como la de un río que nace,
Como la de una casa habitada por la levedad de la risa.

 

2. Entre los alambres

Sentí un llanto muy seco,
Un llanto mudo,
Como si desde la misma tierra
Todo tu dolor se desprendiera…
Acudí a ti,
Quise aprender de ti
Para después contar lo que me decías
Desde aquella muerte
Donde los días no eran días ni noches,
Donde la única certeza era tu voz
Amarrada en un alambre.

 

3. Cartografías extraviadas

En el prodigio del sueño vas y vienes,
Te deslizas entre las cronologías distorsionadas,
Las geografías caducas,
Los países rotos,
Pero siempre tu mirada abierta y clara,
Tu voz cual dulce campana,
Tu cabello como una gran manta,
Una gran ola, intrépida entre los océanos,
Cubriéndonos, ausentándonos, de todo mal.

 

4. Tu alma liviana como una pluma

Siempre sentí que tu alma era tan liviana
Como esa pluma que adornaba tu sombrero vienés.
Y estoy ahora para traducir tu alma
Para que se teja junto a la mía,
Para llamarte Helena del alma mía.

Alma ligera,
Alma de lluvias,
Alma de una niña vieja
Mirando la lluvia danzar sobre los tejados,
Alma que me cuenta de los bosques de Viena
Como un canto de oboes.

Y he venido a esta ciudad para sentirte,
Pero tan solo siento el eco de un violín quebrado,
Tan solo siento las manos de tu hijo cubiertas de ácido,
Tan solo siento la noche honda de Viena,
La noche espesa de pavor.
Eso encuentro por las noches.
El amanecer me trae diáfana desnudez,
Una posible claridad.

 

5. El eco del miedo

Aquella noche,
Aquella noche,
El eco de aquella noche.
El estruendo,
El viento maléfico entrando por tus ojos,
Rapando tu pelo,
Asesinando tu aliento.

Aquella noche
El viento conspirando con el ruido de los cristales rotos;
Caían las ventanas sobre tu rostro,
Caía la  historia,
Se caía el mundo.

La noche de los cristales rotos rebanando tu alma,
Y de pronto en lo más profundo de ti, de tu ser,
Bajaste por las escaleras de hierro
De aquella Viena maléfica,
De aquella Viena con la elegancia de los pérfidos,
Y el viento insidioso te quería cortar el camino,
Te quería rebanar los dedos.

Pero era tan grande tu anhelo de la vida,
Era tan grande el anhelo de salir de aquella oscuridad,
Que derrotaste al viento,
A la maldad de los que celebraban tu dolor,
Y viajaste intrépida y bella hacia el mar del sur,
En tu cabello luciérnagas guiando caminos.

 

6. Tu maleta dorada

Tu maleta deslizándose entre tus manos,
Tu maleta pequeña que contenía un mundo.
La valija dorada, la que llevabas a Praga, a Trieste,
Ahora rumbo al sur
Donde el cielo nunca se nubla,
Donde las hojas de los árboles
Se oían caer en la noche.

Tu maleta de niña dulce
Con un puñado de sal,
Con un puñado de azúcar,
Con los sonidos de la noche,
Con el ala del viento cantándote.

Tu maleta con algunas fotografías…
La de Isidoro Halpern que quedó ahí
En el cementerio judío de Viena custodiado por tu amor
Y por dos ciervos que llegaron a él.

Y pienso en las maletas de las niñas que
Se fueron a Auschwitz.
¿Qué llevaban?
¿Cintas de colores?
¿Peinetas de carey?
Antes de saber que perderían sus cabellos.

Mi amada Helena,
Hoy tu maleta victoriosa junto a mí;
La maleta que evadió a las fieras,
La maleta que no te quitaron cuando en Hamburgo
Te fuiste rumbo al sur,
La maleta con tus aretes de granate,
La maleta fugaz que tambien llegó a la vida.

 

7. Tu mirada me habla

Tu mirada extraviada,
Tu mirada sujetando el dolor,
Tu mirada como un faro a la deriva,
Tu mirada muda…
Y de pronto me contabas de aquella noche
Cuando bajaste las escaleras de tu casa
Y abriste el viejo portón de fierro,
El que todos los días abrías.
Tus vecinas te escupieron.
Tan solo te decían “Judía, judía, judía”,
Y tú, con la mirada en alto,
Con el corazón en calma,
Con tus manos color sepia cual fotografía abandonada,
Viajaste hacia el sur del mundo,
Hacia el azul de un mar desconocido.
Viajaste hacia la vida,
Hacia el idioma de un nuevo futuro.

 

8. Las copas de ámbar

Me enseñaste a hablar con los muertos,
Elegir las palabras propicias,
Dejar copas de vino dorado en sus puestos ausentes.
Eran tantos aquellos, los ausentes.
Los nombrabas en una voz secreta y densa,
Celebrabas sus vidas en las copas de ámbar.
Los días se fueron hilando el uno con el otro,
Y en los atardeceres los invocábamos.
Así aprendí el arte de la paciencia,
Imaginar a tus primas pasearse entre los umbrales,
Hablar con los muertos de Helena,
Con humildad escucharlos.

 

9. El entierro azul

Tengo yo hoy tu edad,
Una vida plena sin grandes pavores,
Pero te veo deslizarte como una reina llena de gracia
Por las escaleras de tu casa
Con una maleta llena de fotografías
De los que serían ahora mis muertos.
Quiero darles un entierro azul,
El color de la esperanza,
El color de la libertad,
Que no se me pierdan.
Quiero que me oigan,
Que los quiero encontrar,
Encontrar en mi memoria,
Otorgar esta memoria a los otros.

 

10. Paz

No le temes a la cercanía de la muerte.
La viste pasar aquella noche
Donde las mariposas se tornaron el color de las sombras.
La viste cuando bajabas con la mirada en alto tras las balaustradas
Y el ángel de la vida invisible custodiándote.

Ahora los días y las noches transcurren sin calendarios.
Perdida en los tiempos
Has pactado con los olvidos.
Habitas en un pozo de aguas claras
Donde tan solo los sueños te guían
Desordenadamente sobre los días.

Juego con tu cabello y en él encuentro
Broches de granate en las mechas plateadas.
Beso tus manos y me reconoces.
Brilla tu cabello y brilla tu mirada.
Estas a salvo.
Ni la muerte aun puede encontrarte aquí.


Estos poemas se encuentran incluidos en GESTURES OF MEMORY: SEVEN LATIN AMERICAN/LATINA WOMEN WRITERS OF JEWISH ORIGEN IN THE U.S ./ GESTOS DE LA MEMORIA: SIETE ESCRITORAS LATINOAMERICANAS/LATINAS DE ORIGEN JUDÍO EN LOS EE.UU., número 14 la Hostos Review / Revista Hostosiana. Revista Internacional de Cultura que dirige el poeta peruano Isaac Goldemberg y publica el Instituto de Escritores Latinoamericanos /Latin American Writers Institute del Hostos Community College / CUNY. La edición de este número estuvo a cargo de la poeta Carlota Caulfield.

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