Revisando mis archivos fotográficos me tropiezo con muchas imágenes de ventanas. Imágenes donde el paisaje andino está siempre presente, lejano, distante, imponente como la realidad de aquellos que, como yo, hemos emigrado de nuestro país de origen.
Recuerdo que una artista hizo alguna vez un paralelismo entre la ventana y el ‘aquí’ y el ‘allá’ . Ella decía que la identidad del exiliado estaba atrapada en esa relación bipolar. El ‘aquí’ era la tierra de nadie, donde no había sentido de pertenencia y siempre se estaba en tránsito. Mientras el ‘allá’ era el horizonte perdido en constante búsqueda, el sitio que dejamos atrás y cuya realidad se hace cada vez más borrosa.
Las ventanas son espacios abiertos a la contemplación donde las posibilidades se multiplican. Por eso, como una espectadora más dentro de un gran cuarto, me pregunto lo mismo que Laurie Anderson en su canción Born, Never Asked: “what is behind that curtain”….