El canto del desterrado
I
“Los que cantáis todos los destierros en
el mundo, ¿no cantaréis para mí un
canto nocturno que tenga la medida de
mi dolor?” (Saint-John Perse)
En el desorden del alma
un canto anochece desposado,
gozo de azul vestido
anida en la garganta
–necesidad alada
en el cielo titilante.
II
Mi prerrogativa es el cielo
mi propósito las estrellas
(Saint-John Perse)
Mi prerrogativa el arrebolado cielo vespertino; mi
propósito el Tiempo como lucero de un río que
desemboca en el alba: Azogue transfigurado.
Ocurre que me canso de ser hombre
“Sucede que me canso de ser hombre”
(Pablo Neruda)
“Descanso de ser hombre”
(A.Gamoneda)
Llego
como si de un largo viaje
un poco derrotado
desde un género abierto
por la obviedad
de una cartografía
descubrir senderos recónditos
bifurcarse siempre en el mismo lugar
en esa salida
desde la que entro
al libro de Ariadna
a veces ocurre
que yo también
(perdón
ya me olvidaba,
que ese verso
aunque me sea difícil admitirlo,
le pertenece a Neruda y no a Vallejo)
deseo
haber llegado a conquistar el laberinto
que entre tu palabra y la mía
se me otorgue la respuesta
que la p’agina usurpó
¿Cómo la página de ser Marta?
En las fronteras de lo humano
(Saint-John Perse)
Por la vertiente del fuego vespertino
se adentra la lluvia en la noche
corriente de pétalos,
el más íntimo misterio
es un fluir lento
el mundo se sostiene
en el secreto
Linaje del rocío
es de Ecos la morada
la música de las esferas
la forma
el bajorrelieve
de este paisaje
es canto
de pájaros.
Soñar mares
But they are not in landscape.
They exist in an obscurity
(Robert Duncan)
–porque solo mi nacer
me procura el mar
como los ritos del viento
como el escudo de lo cotidiano
como el tedio de la lluvia
ocupa un espacio:
el despertar de una brisa
el blasón de la tormenta
el asedio del alma.
–inefable en mí
el salitre
que me procura la palabra.
Un cuadro donde ocurre el blanco
(Pierre Reverdy)
Poseer el sentido del blanco
variación de la lluvia
ocurre en el alma.
Separar los elementos más íntimos del blanco
abrir una ventana, el mar brilla,
entra el mundo.
Llueve blanco en la noche de las palabras
Y algo cae en el vacío.
Los exilios de Olga Orozco
“Y otras veces me despierto en mi memoria
con el olor de los países donde nunca
estuve”
(Olga Orozco)
A Olga Orozco y Alejandra Pizarnik
Olga,
el olfato te traiciona:
también a mí la sal de mar me llega
con un viento infectado.
¿Y sabes? Todos somos exiliados
de los países de la infancia.
En otoño
el amarillo reina
la impuraza del cielo
contamina la lluvia y su brisa
En la lejanía del conjuro
descansa
los residentes del desarraigo
te escuchamos
Más allá de tus piedras
no te entregues
ni a tus dudas ni a tu muerte
en vuestra nueva morada
de la memoria
quiero pensar
que con Alejandra a tu diestra
paseas
por los jardines infinitos
del recuerdo.