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tango
Photo by: Nick Kenrick ©

De los conventillos de Buenos Aires a Broadway

 

ORÍGENES DEL TANGO

El Tango ha existido y ha sido popular durante casi 150 años. Ha tenido momentos de gloria y momentos de decadencia y tiene una historia fascinante. Echemos un vistazo a esa afamada historia.

Se ha dicho que, en sus inicios el Tango lo bailaban dos hombres, uno frente al otro, mientras esperaban su turno para acostarse con prostitutas en burdeles muy concurridos de Buenos Aires. Por lo tanto, fue un baile que no fue aceptado en los círculos «educados», en sus primeras etapas. Este mito o leyenda de que el Tango nació en los burdeles y que los hombres lo bailaban entre sí, es polémico entre los historiadores, pero persistente en la mítica tanguera.

Cabe señalar que los orígenes del Tango son reivindicados no solo por Argentina, sino también por Uruguay, por lo que esta forma musical a menudo se conoce como “música rioplatense”, refiriéndose a la gran región del Río de la Plata, que fluye entre Argentina y Uruguay, donde Montevideo también fue un centro del Tango en sus comienzos.

En realidad, cuándo y dónde comenzó el Tango, nunca se podrá saber con certeza. El tango fue creado por personas marginadas, que generalmente no dejan huella en la historia: los pobres, los desfavorecidos, los semianalfabetos…

El Tango ha estado vinculado a la música interpretada y bailada por la población afro-argentina que predominaba en los estratos más bajos de la sociedad, a mediados del siglo XIX. Sin embargo, muchos estudiosos del Tango no están de acuerdo con esa teoría, señalando que hay muy pocos elementos africanos en la música del Tango. Dicen que el Tango no se refería a un baile negro en particular, sino a un lugar donde se reunían para bailar. No soy un erudito en el tema, por lo que no tomaré partido. Pero creo que las formas musicales tienen muchas raíces. Por ejemplo, en muchas piezas de tango de Astor Piazzolla, el padre del «nuevo Tango», se pueden detectar las técnicas de contrapunto de Bach. ¿Vamos a decir entonces que el tango tiene sus raíces en la música clásica? Se puede decir, casi con seguridad, que el Tango originalmente combinó la música criolla tradicional con la música extranjera, que estaba de moda en la segunda mitad del siglo XIX.

Lo más probable es que el Tango apareciera en las llamadas Academias de Buenos Aires, que comenzaron como Escuelas de Baile y evolucionaron hacia Salones de Baile, frecuentados principalmente por elementos marginales de la sociedad, pero también por amantes de las emociones fuertes de la “alta sociedad”.

Otra teoría ubica el nacimiento del Tango en los conventillos de los arrabales de Buenos Aires. Los conventillos eran viviendas colectivas, pobladas en su mayoría por inmigrantes y nativos pobres, los cuales se reunían los domingos por la tarde para socializar y bailar entre ellos. Por lo general, había algunos músicos entre la gente que vivía en estas abarrotadas viviendas, familiarizados con la música del viejo mundo. Sin embargo, algunos también estaban en sintonía con la música tradicional del nuevo país y comenzaron a combinar elementos de ambas culturas, con el resultado de una nueva forma de música bailable.

El violín, la flauta y la guitarra eran los instrumentos predominantes entre la población inmigrante de Buenos Aires a fines del siglo XIX, y formaban parte de los grupos musicales que tocaban el Tango entonces. A medida que el Tango evolucionó y fuera aceptado, y acogido por la sociedad «educada», los grupos musicales se trasladaron a lugares permanentes (salas de baile y teatros) e incorporaron el piano en su estructura. La flauta finalmente fue abandonada por los tríos o cuartetos que solían tocar el tango, y el bandoneón (una especie de concertina) se convirtió en el instrumento emblemático de la música del tango.

Los tríos originales (violín, flauta y guitarra) tocaban un “staccato”, ritmo brillante y rápido. El bandoneón de origen alemán, con su «legato» y notas de bajo perfil, no parecía encajar en ese estilo de ejecución. Pero, de hecho, su inclusión le dio al Tango su razón de ser y el bandoneón encontró la música para la que parece haber sido creado.

 

FLORECE EL TANGO 

En la primera década del siglo XX, el Tango se había trasladado de los arrabales de la ciudad al Centro y a las zonas donde la élite y la burguesía encontraban su entretenimiento. Ahora hombres y mujeres bailaban al son de las orquestas típicas, agrupaciones musicales ampliadas con más instrumentos, entre ellos el bajo, varios violines y más de un bandoneón. Así, el Tango perdió gradualmente su estigma de danza pecaminosa. Al abrirse las puertas de los hogares de la clase media y alta al Tango, la música se tocaba en pianos y otros instrumentos domésticos, así como en los “nuevos” gramófonos.

Hacia 1910, la nueva forma musical se trasladó a la arena internacional, traída primero por los marineros, que habían aprendido la danza en Buenos Aires, al puerto de Marsella y de allí a París, donde en 1912, se convirtió en el furor de la ciudad. Argentina, en ese momento era el séptimo país más rico del mundo, y entre la gente adinerada del país estaba de moda enviar a sus jóvenes a Europa para completar su educación. La mayoría de los jóvenes estaban más interesados ​​en la diversión que en la educación. Habían aprendido Tango en el hemisferio sur y estaban ansiosos por compartir su conocimiento de la danza exótica con las jóvenes europeas. Por otro lado, los miembros de las clases altas estaban ansiosos por aprender el baile inusual, y el Tango se convirtió en una verdadera locura. Desde París, el Tango saltó a Londres y otras capitales europeas, y volvió a cruzar el Atlántico en sentido contrario, donde la pareja de bailarines Vernon e Irene Castle, introdujeron el baile en Nueva York en 1913. Poco tiempo después, el Tango se convirtió en furor en los salones de baile, teatros y cine, en todo el mundo.

 

LA EMERGENCIA DE TANGO CANCIÓN

La forma lírica del Tango creció paralelamente al Tango bailado. Sin embargo, hasta la segunda parte de la década de 1910 los Tangos cantados eran pocos y toscos. Incorporaban líneas picarescas, sexuales y hasta obscenas. Otros cantaban las alabanzas de los «guapos» (fanfarrones) que vivían en los arrabales, y sus hazañas. Sin embargo, a medida que el Tango se trasladó de los conventillos a los hogares de la clase media, surgió una nueva poesía de Tango. Tenía una trama más romántica, personal, melancólica e incluso triste. La letra hablaba del hombre común, sus luchas, su mujer, sus recuerdos y su ciudad. Así, a medida que siguió evolucionando, se convirtió en el espíritu musical de Buenos Aires. El avance en la nueva era del “Tango Canción” se remonta a 1917, al Tango “Mi noche triste”, de Pascual Contursi, popularizado por Carlos Gardel, el cantante de Tango más emblemático del siglo XX. A partir de entonces, poetas de ambos lados del Río de la Plata escribieron algunas de sus mejores obras al ritmo de la música del Tango. Con la mejora de la calidad de la letra, aparecieron grandes cantantes que, en pocos años, lideraron la escena del Tango.

Los nuevos medios de grabación en disco dieron un impulso al Tango. La primera grabación de Tango apareció en 1910, con la “orquesta típica” de Vicente Greco. Siguieron muchas otras grabaciones, y las orquestas de tango dirigidas por músicos como Francisco Canaro, Roberto Firpo y Eduardo Arolas, se hicieron muy populares y eventualmente, leyendas en los anales del Tango.

Con las orquestas vinieron los cantantes. Como se mencionó, Carlos Gardel dominó la escena durante la década del 20 hasta 1935, cuando su vida fue truncada en un accidente aéreo. Irónicamente, Gardel no nació en Argentina, sino en Toulouse, Francia, en 1890. Su madre soltera emigró a Argentina en 1893 y Gardel se crió en Buenos Aires. Por alguna razón desconocida, en 1920 afirmó que su lugar de nacimiento era Tucuarembó, Uruguay. Sin embargo, tres años después solicitó y obtuvo la ciudadanía argentina.

Su carrera como cantante comenzó en 1910, pero se hizo famoso en 1917, como se mencionó anteriormente, con su interpretación del tango “Mi noche triste”. La grabación de este tango-canción vendió 10.000 copias y fue un éxito no solo en Argentina, sino en toda América Latina. Gardel se convirtió en una estrella no sólo como cantante, sino también como actor, que apareció en más de 20 películas (algunas cortas y mudas). Viajó extensamente por América y Europa, convirtiéndose en una figura internacional de renombre. Tenía una voz de barítono convincente, una actitud «canchera» y tenía una mirada viril y atractiva que encarnaba la imagen romántica del héroe del tango. Su popularidad no murió con él y aún hoy, después de 85 años, todavía es venerado como el más grande cantante de Tango de todos los tiempos.

Sin embargo, con la llegada de la radio y su necesidad de ofrecer una variedad de música popular, Gardel no fue el único cantante de tango que se puso de moda en la década de 1920. Podemos citar a: Agustín Magaldi, Charlo (n. Carlos José Pérez), Alberto Gómez, Alberto Vila y en los años 30 y 40, Hugo del Carril. A mediados de la década de 1920 también surgieron voces femeninas. Entre ellas, Rosita Quiroga y Azucena Maizani, fueron pioneras. Luego vinieron Sofía Bozán, Tita Merello, Tania, Mercedes Simone y Libertad Lamarque, entre decenas más.

 

UN ESTANCAMIENTO

A medida que el Tango canción ganó prominencia, el baile comenzó a perder su atractivo para muchos. Desde principios de la década de 1920 hasta mediados de la de 1930, el Tango perdió popularidad en Buenos Aires, siendo reemplazado por los bailes de moda de entonces en Europa y Estados Unidos, como el charlestón y el foxtrot. Además, el clima político y económico contribuyó al declive general del Tango en Argentina.

Aun así, en esa época nacieron algunas orquestas importantes, como las de Osvaldo Fresedo, Carlos Di Sarli, Osvaldo Pugliese y Aníbal Troilo. Los textos de muchos Tangos escritos en esos años reflejan la desesperación del hombre común, su dolor y rabia, durante los duros tiempos económicos y políticos de los años treinta. Enrique Santos Discépolo es el más destacado de los autores que criticaron los abusos y desigualdades de la época. Su tango “Cambalache”, es un amargo reflejo de la época y su falta de valores.

 

 

LA EPOCA DE ORO

Quizás, la orquesta más importante en el desarrollo del Tango, que debuta en la década del 30, sea la que dirige Juan D’Arienzo, apodado “el rey del compás”, quien adaptando el compás de la milonga (otro baile popular en Buenos Aires, en ese momento), cambia el ritmo de sus interpretaciones de tango de 4/8 a 2/4. Esto tiene un atractivo formidable para los entusiastas del tango bailado y marca el comienzo de la época de oro del Tango.

Durante finales de los 30 y principios de los 40, hay un ímpetu creativo entre músicos, compositores y directores de orquesta. Las orquestas se amplían, creando cada una su propio estilo y con grandes nuevos cantantes que enriquecen la escena del Tango. Los poetas abren nuevos caminos en la letra del Tango, con mayor vuelo literario, textos más profundos y románticos que marcarán para siempre el estilo nostálgico y triste por el que aún se le conoce.

Hasta mediados de la década de 1950, el Tango vuelve a ser el rey en los grandes salones de baile, en la radio y en el cine, y en el corazón de las masas.

 

 

UN NUEVO HIATO

En septiembre de 1955, hay un golpe de estado en Argentina. La consiguiente dictadura militar prohíbe las reuniones públicas e impone la censura, al tiempo que desalienta las expresiones musicales populares, como el tango. Y lo que es más importante, el Tango debe competir con la locura internacional del Rock and Roll, y pierde.

Sin embargo, el Tango sobrevive en pequeños espacios musicales de Buenos Aires, y en esos años surgen nuevas voces, entre las que destaca el compositor Astor Piazzola, pero también cantantes como Edmundo Rivero, Roberto Goyeneche y Julio Sosa.

Astor Piazzola es un músico que le dará al Tango una nueva visión con el “Nuevo Tango”. Su música introduce armonía y contrapuntos de la música clásica y el jazz. Las interpretaciones musicales de Piazzola se acercan más a la música de cámara. Así, se dice que sus tangos son para escuchar, no para bailar.

Los «tangueros» tradicionales, en ese momento, perciben el Nuevo Tango de Piazzola como una herejía, pero el mismo tiene muchos seguidores jóvenes. Su estilo también es emulado por otros compositores que satisfacen las necesidades de un subgrupo de aficionados al Tango.

Así, a través de los años 60 y 70 el Tango pierde su atractivo para las masas, pero se mantiene vivo entre pequeños grupos de devotos en lugares como el legendario “Caño 14”, un salón de Tango donde se presentaron muchos grandes del Tango durante dos décadas, para el deleite de los aficionados locales y turistas extranjeros.

 

 

EL RETORNO

En 1983 se estrenó en París un espectáculo llamado “Tango Argentino” y fue un éxito instantáneo. Tuvo su debut en Nueva York aproximadamente un año después y continuo con una exitosa gira por los Estados Unidos, Europa y Asia que duró más de diez años. En la década de 1990 otro espectáculo, “Forever Tango”, también causó sensación en el panorama internacional.

Ambos espectáculos que relataban la historia del Tango, con su música, cantos y especialmente bailes, tuvieron una influencia decisiva en el resurgimiento del Tango, impulsando a personas de todo el mundo a tomar lecciones de Tango. Decenas de miles volaron a Buenos Aires, donde las escuelas de baile fueron invadidas por turistas que querían aprender el baile o mejorar sus conocimientos. A su vez, el público argentino volvió a entusiasmarse con la música ciudadana. Y así, los espectáculos de Tango volvieron a ocupar un lugar destacado en la radio, la televisión y los teatros. Mientras que, parejas jóvenes salieron a las calles para mostrar sus habilidades de baile. El Tango estaba «de moda» de nuevo.

Entre la generación más joven, la repercusión de este retorno marcó dos senderos. Por un lado, muchos desempolvaron viejas partituras de la “Guardia Vieja” y rescataron del olvido a músicos y cantantes veteranos. Otros desarrollaron nuevas formas de Tango, que incorporan otros sonidos como el jazz, el rock e incluso la música electrónica, como el creado por el “Gotan Project”, grupo que reside en París y que está activo desde 1999.

Hoy, estas dos tendencias del Tango conviven y el Tango, después de casi 150 años de su nacimiento, sigue vivo y coleando.


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