La historia de cómo se construyó la ciudad brasileña de Curitiba en el Estado de Paranà, en el sur de Brasil, ha servido de ejemplo en el mundo por su innovación. Uno de los factores determinantes de su éxito fue la participación de los habitantes en todas las decisiones.
Varios estudios la sitúan como la mejor ciudad del país y la más verde de América Latina.
Photo Credits: Séverine Grosjean
Revolución Lerner
El arquitecto Jaime Lerner fue electo alcalde por tres períodos (1971, 1979 y 1989). Desde su primer período de gobierno dijo que no quería deshacerse de los autos, pero que, al mismo tiempo, tampoco quería dejarlos gobernar las vidas de los ciudadanos de Curitiba. Por esa razón, la Rua das Flores, fue la primera calle peatonal que nació en Brasil en 1972 y una de las calles centrales más grandes.
En 1971, presentó soluciones innovadoras y creativas que hicieron que Curitiba experimentara una evolución increíble. Él dijo: «La ciudad no es un problema, es una solución. En una ciudad, cada problema debe tener su propia ecuación de co-responsabilidad. Y la ciudad también debe tener un diseño.»
Curitiba tiene tres millones de habitantes en los suburbios, 1.800.000 habitantes dentro de la ciudad.
El alcalde desarrolló, con el Instituto de Investigación y Desarrollo Urbano (IPPUC por sus siglas en portugués) un modelo de transportes innovador.
Con los años Curitiba se ha convertido en un ejemplo de cohabitación y colaboración, sobre todo gracias a su sistema público de transporte, el llamado BRT. Este sistema comenzó en 1974 con 25.000 pasajeros al día, ¡hoy lo utilizan 2.300.000 pasajeros al día! Y pasaron 25 años antes de que otra ciudad, Bogotá, comenzara a seguir su ejemplo. Actualmente unas 300 ciudades de todo el mundo usan el modelo BRT.
El 45% de la población de la ciudad usa el transporte colectivo, según el Ayuntamiento. Esta red tiene más de 2.000 autobuses de varios tipos. El acceso es muy ágil, a través de plataformas elevadas adaptadas a personas con movilidad reducida, y hay un pago único al entrar. Sin embargo ahora también están surgiendo críticas en particular por el aumento de la tarifa, una de las más caras entre las capitales brasileñas, y por los autobuses que se están volviendo viejos. A causa del fuerte aumento de la población de Curitiba, se forman largas colas, a todas horas y los pasajeros esperan más del minuto que caracterizó la época de Lerner, pasando calor o frío en las estaciones-tubo. En algunas rutas, los pasajeros viven escenarios de violencia. Problemas todos que llevan a los usuarios a buscar alternativas al servicio de autobuses.
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Dentro de una política integradora, el equipo de Jaime Lerner buscaba gestionar los diferentes problemas involucrando a todos los sectores interesados: economistas, biólogos, sociólogos, representantes vecinales, comerciantes, etc. Hoy, la ciudad dispone de 30 parques, 52 m2 de zonas verdes por habitante. Hay una legislación específica para proteger la vegetación local. Los residentes de Curitiba están muy involucrados en buenas prácticas de gestión de residuos y la administración los alienta constantemente a reciclarlos. Esto se hace de diferentes maneras, como instalar contenedores de aspecto divertido que les recuerdan su responsabilidad, crear programas sociales financiados a través del proceso de gestión de residuos, esquemas de recompensas para niños y adultos que reciclan y reciben en cambio útiles escolares así como la promoción de los principios de re-utilización y reciclaje convirtiendo autobuses viejos, por ejemplo, en aulas móviles o salas de lectura.
Curitiba es todavía una referencia, pero ya no representa un foco de innovación. Debería volver a innovar. La alcaldía desea unir sus fuerzas para desarrollar empresas más innovadoras.
El pasado dorado de Curitiba ha puesto las expectativas altas. Sus habitantes se quejan. Sin embargo, cuando se habla con los curitibanos de cómo está el resto de Brasil, la mayoría suspira con alivio pensando que al menos no vive en Sao Paulo o en Rio de Janeiro.
¡Y el diseño en todo eso!
Aunque la ciudad tiene un largo legado en cuanto a planificación urbana y movilidad, sin descuidar la preservación del medio ambiente, la sostenibilidad y calidad de vida, Curitiba busca consolidarse como un polo de diseño.
El iF DESIGN AWARD 2018, uno de los más prestigiosos premios de diseño del mundo fue otorgado a 28 proyectos brasileños. Entre ellos, dos ganaron el premio máximo, el trofeo iF Gold Award. Los proyectos laureados pertenecen a las disciplinas de comunicación, embalaje, producto, diseño de interiores, arquitectura y diseño de servicio.
En 2014, la idea de que Curitiba fuera miembro de la red coordinada por la Unesco partió de la iniciativa de tres estudiantes de diseño quienes contaron con el apoyo de entidades de la ciudad, como el Centro Brasil Design y la propia organización ProDesign. En ese momento el Ayuntamiento Municipal abrazó la idea y oficializó la candidatura por medio del Instituto de Investigación y Planificación Urbana de Curitiba.
A pesar de que los diseñadores trabajan en Brasil desde hace más de 40 años, su actuación profesional aún no ha sido formalizada. Desde 1999, el Centro Brasil Design contribuye a la evolución del diseño en Brasil, aprovechando la competitividad brasileña a través del diseño como proceso de innovación, siempre con una visión que valora el desarrollo sostenible y la excelencia del pensamiento estratégico.
ProDesign, la Asociación de Empresas y Profesionales de Diseño de Paraná fundada en 2009, tiene por objetivo orientar e impulsar el diseño paranaense en Brasil por medio de la colaboración, diversas instituciones, oficinas y empresas.
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Para obtener mejores resultados, las empresas de Paraná necesitan ser más profesionales en la forma de gestionar las inversiones en diseño e I & D. Hay que reconocer el diseño como una actividad que apoya la estrategia de los negocios y los objetivos clave de la empresa. En las últimas décadas, el movimiento de las incubadoras brasileñas alcanzó la madurez, entrando en una fase de profesionalismo y de calificación del proceso de gestión. Los datos oficiales demuestran que en 2011 existían 384 incubadoras en operación. En Brasil, no hay estadísticas oficiales sobre el número de Laboratorios de Diseño, así como no hay una caracterización de esas estructuras.
Cuando se investigan las políticas brasileñas de cultura, se observa que el diseño está inserto en el Plan Nacional de Cultura, como también en el Plan de la Secretaría de Economía Creativa. En estos planes, se desarrollan estrategias y acciones de forma genérica para todos los sectores de la Economía Creativa por lo tanto, también el diseño. El éxito de un sistema nacional de diseño también depende en gran parte del compromiso y de la articulación entre los actores, las líneas de acción trazadas para cada uno, la cohesión de intereses, el buen uso de los recursos disponibles.
Servicio Jam Curitiba es un evento sin fines de lucro, de 48 horas de duración, en el que estudiantes y profesionales de diversas áreas se unen para crear servicios que puedan hacer del mundo un lugar mejor. El proceso ofrece un ambiente de alto rendimiento creativo y extremadamente diverso.
El diseñador piensa en cómo encontrar soluciones a problemas que están a su alrededor. Pero cuando el problema se centra en su ciudad, la voluntad de encontrar soluciones va a mil. GovJam Curitiba permite juntar diseñadores para el bien de Curitiba con foco en la mejora de la relación entre el ciudadano y el poder público.
Sin embargo, hoy en dia debería profundizar sus acciones cooperando e intercambiando experiencias a fin de encontrar soluciones creativas e innovadoras para los muchos desafíos que enfrenta la ciudad.
Por último, la ciudad tendría que aumentar la comunicación y la concientización sobre las acciones de la red, así como sobre la participación de Curitiba en la red. La ciudad fue candidata para albergar la sede mundial del diseño en 2018 frente a la ciudad de Mexico que al final ganó el premio. Este hecho incita a reconocer el trabajo de la comunidad de diseñadores que a menudo no se siente apoyada.