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reuben morales
Ilustración por: Álex Almarza

Comunicado de bioseguridad de Santa Claus

Queridos niños y estimados padres. Ante la situación mundial que se vive por consecuencia de la pandemia del COVID-19, emito el siguiente comunicado para informar cómo será la repartición de juguetes este año 2020:

– A quienes no hayan enviado su carta aún, por favor háganlo mediante vías electrónicas. Evitaré tener contacto con medios físicos que pudiesen estar infectados.

– Este año, en la fábrica hicimos menos juguetes debido a que los duendes tuvieron que mantener la distancia reglamentaria de dos metros. Esto dejó desatendidas varias líneas de producción en la factoría.

– En el recorrido de este año no pasaré por todo el globo terráqueo. Estaré evaluando los niveles de contagio de cada país antes de entrar. Recuerden que, debido a mi edad y contextura, soy población de riesgo.

– El trineo estará volando a una altura menor de la acostumbrada. Tuvimos que dejar espacio de un reno de por medio. En vez de ser ocho, ahora son cuatro renos.

– No esperen a Rodolfo. Lo dejaron en cuarentena porque Sanidad le encontró una sospechosa nariz roja.

– Si llegan a ver un gordo viejo y sin barba, no se asusten. Soy yo. Lo único es que este año me la afeité para evitar el riesgo de que la molécula de COVID-19 se alojara en ella.

– Mi vestimenta para este diciembre no será con mi tradicional color rojo. En cambio, llevaré braga blanca de bioseguridad, guantes de látex y tapaboca. Así podré seguir riéndome con mi acostumbrado “jo, jo, jo”, sin contagiar a nadie.

– Al momento de la entrega, dejaré una casa de por medio. A los niños que no reciban juguetes, se los enviaré por Zoom en una sesión de tele-juguetes.

– A todos los que tengan chimenea, les comunico: Deben desinfectar la misma y dejar un cartel que diga “Espacio Bioseguro”. Así mismo, la única forma de que yo entre en ésta, es que haya una pistolita de temperatura a la entrada.

– Esta vez los obsequios no serán presentados con el habitual papel de regalo. Todos serán forrados con papel aluminio y rociados con alcohol para garantizar su bioseguridad. Así mismo, los dejaré en cualquier mesa que encuentre en la casa. La molécula del COVID-19 es muy pesada y pudiese estar reposando en la base de cualquier arbolito.

– La noche del 24 no recibiré mis acostumbradas galletas con vaso de leche, a menos que al lado tengan un pote de gel antibacterial.

– Luego de hacer la ronda de entrega por el globo terráqueo, haré mi cuarentena en una clínica. No puedo poner en riesgo la salud de Mamá Santa con cualquier virus que haya agarrado en el viaje.

Esperando que entiendan y atiendan las medidas que tomaremos por mi condición, nos vemos esta Nochebuena. Eso sí, no me esperen en Wuhan.

PD.: Dejen de pedirme la vacuna. Yo fabrico juguetes, no moléculas.


Ilustración por: Álex Almarza

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