El fenómeno de la violencia en Centroamérica ha llegado a extremos tan graves que las familias prefieren separarse de sus hijos, niños todavía, y mandarlos a Estados Unidos, con tal de salvarlos de la delincuencia que asola a sus países. Las cifras de homicidios en Centroamérica y en particular en Honduras, Guatemala y El Salvador, son las más altas de Latinoamérica. Los niños que migran solos no solamente son expuestos a peligros de todo tipo sino que representan un grave problema humanitario.
Escuchen en Radio Onu a la periodista Carla García quien conversa sobre este tema con Fernando Protti, representante regional de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en América Central.