7
Una profundización objetiva en el interior del yo es la música de Mahler. Se interna en el yo hasta disolverlo. Lo profundiza, lo degrada. Lo convierte en polvo disgregado de notas que vuelan como mariposas.
8
Es superior la música a la pintura. Ayer miré una obra de Goya. Todo es inmóvil. No hay tiempo. Las mujeres parecen ancianas eternas. Nada tiene vida. La pintura de Goya es la representación del mundo. Necesita del mundo para existir. En cambio, la música de Stravinsky prescinde de la realidad. La música es matemática sensible, es número en instrumentos de viento, como el viento, como el tiempo, solamente sucede.
9
Qué absurdo querer anticipar el futuro. ¡Llamar Nueva música a lo que irreversiblemente dejará de ser nuevo! Eso le sucede a Adorno por escuchar el búho de Hegel. Y eso le ocurre a Hegel por creerse el único secretario del espíritu absoluto.
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