“You either get tired fighting for peace, or you die”,
John Lennon
Las convocatorias electorales constituyen uno de los instrumentos más poderosos, la esencia, en suma, de nuestro modelo de democracia representativa. De este modo, la voluntad popular se renueva periódicamente, y prevalecen y perduran el sistema y los valores sobre los que se sustenta el edificio democrático. Si bien es cierto que para muchos las Elecciones presidenciales de 2016 conllevaron dosis innecesarias de ansiedad y malestar, como quiera que la campaña tocó fondo con ataques personales y teorías conspiratorias, los comicios municipales celebrados hace escasas semanas y las elecciones al Congreso y al Senado de 2018 parecen apremiar a la ciudadanía a prepararse y “estar a punto” para los próximos desafíos políticos.
Este mes de noviembre ha revestido especial trascendencia para los Estados de Nueva York, Virginia y Nueva Jersey. Una mancha azul se ha extendido a lo largo de la costa este de los Estados Unidos de América tras las victorias del Partido Demócrata a los cargos de Gobernador, Alcalde, Fiscal del Distrito, Auditor de Cuentas, Defensor del Pueblo, entre otros. En particular, en Virginia y Nueva Jersey, hasta ahora plazas republicanas, se han impuesto en las urnas dos Gobernadores demócratas. Estos resultados pueden marcar tendencia en las Elecciones a ambas Cámaras, que se celebrarán en 2018, e incluso revelan el actual desencanto y frustración de los americanos ante las controvertidas políticas del Presidente Trump.
En Nueva York, Bill de Blasio obtuvo a su favor el 66% de los votos escrutados frente a la republicana, Nicole Malliotakis, y unos pocos candidatos independientes, convirtiéndose así en el primer alcalde demócrata en lograr la re-elección desde Edward I. Koch en 1985. La Defensora del Pueblo, Laetitia James, y el Auditor de Cuentas, Scott M. Stringer, vencieron también a sus rivales republicanos. Igualmente, el Fiscal del Distrito, Cyrus R. Vance, volvió, una vez más, a ser re-elegido.
¿Qué cabe esperar de este segundo mandato del Consistorio de Nueva York?
En el discurso de victoria, pronunciado el 7 de noviembre en el Museo de Brooklyn, Bill de Blasio, respaldado por su esposa, Chirlane McCray, y su hijo, Dante, puso de manifiesto su intención firme y clara de proseguir con la agenda de progreso y bienestar iniciada en 2013, y de combatir, asimismo, las decisiones reaccionarias de la Administración vigente. El alcalde electo y su equipo pretenden sostener sus esfuerzos para hacer de Nueva York una metrópoli accesible, que permita vivir dignamente a sus vecinos, no una urbe exclusiva de la élite o los magnates. “Esta es tu ciudad”, repetía De Blasio el eslogan de campaña mientras iba exponiendo las prioridades a las que se enfrenta: la educación –gratuita para los niños de tres años-, la vivienda asequible, las guarderías, la seguridad, los transportes, impuestos, asuntos sociales, la protección de los inmigrantes. Y se refirió expresamente al “comienzo de una nueva era en la que Nueva York se transformaría en la ciudad más equitativa de América”. En este sentido, resulta ineludible confrontar los recortes del presupuesto federal que podrían afectar a la vivienda pública, la sanidad y los programas sociales, así como forjar una sólida alianza con el Gobernador Cuomo, toda vez que gran número de planes y propuestas municipales deben ratificarse en Albany.
Las elecciones de 2018 están a la vuelta de la esquina. Como ciudadanos, debemos permanecer activos, informados; si cabe, colaborar e implicarnos en asociaciones, en proyectos comunitarios. Deseo subrayar, a este respecto, la magnífica labor desarrollada por NYC Votes durante la campaña a la Alcaldía. NYC Votes es una iniciativa auspiciada en el seno de la Junta financiera de la Campaña, New York City Campaign Finance Board (NYCCFB), agencia metropolitana de naturaleza independiente, no alineada con ningún partido político, que promueve la participación ciudadana. En consecuencia, NYC Votes ha lanzado un interesante elenco de actuaciones en aras de involucrar a los electores, difundir información y buenas prácticas relativas a la inscripción de los votantes, el calendario electoral, guías, debates, actividades, voluntariado, etc. Yo he tenido la suerte inmensa de haberme sumado, entre otros actos, al “día de acción” –dedicado a visitar hogares, llamando al timbre, para recordar a los residentes la fecha de las elecciones y animar al voto-, o haber mantenido conversaciones telefónicas al mismo fin, integrándome con un equipo entusiasmado de voluntarios de todas las edades y condiciones sociales, guiados por nobles ideales y esperanzas.
Tal y como se nos requiere indefectiblemente en la vida, con nuestros sueños y anhelos personales, la democracia exige de nosotros inquebrantables esfuerzos y una persistencia heroica: no podemos desfallecer ni desanimarnos; debemos continuar bregando, perseverar reconfortados con la visión iluminadora de una sociedad más justa para las generaciones venideras.
Photo Credits: Lauren Manning ©